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«Van a salir elegidos los candidatos propuestos por el 'oficialismo'. Es cuestión de tiempo». El vaticinio, que es a la vez un deseo, corresponde a un alto cargo jeltzale al tanto de los frenéticos movimientos internos que se registran estos días en los batzokis ... de Bizkaia, Gipuzkoa y Álava con un objetivo claro, aupar a la segunda vuelta -basta con tener el apoyo de dos organizaciones municipales para pasar de ronda- a candidatos de peso que puedan hacer sombra a los que se dan por favoritos (Iñigo Ansola para el Bizkai buru batzar, María Eugenia Arrizabalaga para el GBB y Jone Berriozabal para encabezar la ejecutiva alavesa) o, al menos, tener opciones de sentar a esos aspirantes en los futuros consejos territoriales.
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En esas claves hay que entender las escaramuzas, los tanteos y el constante tira y afloja que los distintos sectores descontentos con la línea mayoritaria están protagonizando en las asambleas que se van convocando estos días, hasta que se cierre esta primera fase el próximo martes. En ese contexto, según ha podido saber EL CORREO, militantes de la corriente crítica alavesa, que ya ha ejercido de oposición interna durante el mandato de José Antonio Suso, han propuesto en asambleas del valle de Ayala y en Berantevilla, donde se ha hecho con la mayoría de los apoyos, al exalcalde de Vitoria Gorka Urtaran para la presidencia del ABB, en disputa, en principio, con la candidatura de Berriozabal.
No obstante, que el actual diputado foral de Políticas Sociales cuente con el respaldo de alguno de los más de medio centenar de batzokis alaveses y que pase a la segunda vuelta que arrancará el 8 de noviembre -de la que se podría retirar- no quiere decir que Urtaran vaya a plantar batalla al oficialismo, sino que grupos de afiliados críticos enarbolan su nombre y su trayectoria para intentar medir sus fuerzas frente al sector mayoritario.
Fuentes cercanas al exalcalde le desligan de cualquier movimiento organizado en ese sentido y otros medios conocedores de los entresijos internos corroboran esa impresión, pese a admitir que Urtaran, que fue relevado por el ABB en 2023 de la candidatura a la Alcaldía vitoriana y sustituido por Beatriz Artolazabal, acabó «dolido» con la actual dirección. «Es distinto que te presentes a que te presenten. Es difícil pensar que se meta en eso», apuntan. En paralelo, otras fuentes desvelan que Berriozabal, a primera hora de ayer, ya se había hecho con el respaldo de ocho asambleas.
En Gipuzkoa, mientras tanto, lo que parecía un paseo militar para María Eugenia Arrizabalaga, la candidata ungida por Joseba Egibar para sucederle tras casi cuatro décadas en el cargo, se complica con el paso de los días. El ambiente está revuelto, según distintas fuentes consultadas, y nadie quiere ser el primero en levantar la liebre, pero la plancha de burukides de los que la exalcaldesa de Zumaia pretendería rodearse en el nuevo GBB ha caído mal entre una parte significativa de la militancia guipuzcoana, decepcionada con la «endogamia» y el «continuismo» de esa hipotética ejecutiva. Entre esos nombres, todos ellos 'egibarristas', figuran los de los actuales burukides Idoia Elorza, Olatz Peón e Imanol Lasa y el de Imanol Goenaga, sobrino a su vez de Egibar.
Frente a los aspirantes oficiales, han circulado estos días distintas listas, en algunos casos no reconocidas por los propios afiliados que figuraban en ellas, impulsadas por figuras del sector crítico histórico vinculado a 'Zeler' como el historiador Patxi Agirre, autor también de la propuesta para limitar los mandatos en el PNV, o el viceconsejero Adolfo Morais. En batzokis como el de Amara esos sectores habrían propuesto para presidir el GBB, con mayoría de apoyos, al alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, que guarda silencio a la espera de acontecimientos.
Mientras tanto, Andoni Ortuzar insiste en dar una patada al balón y mantener la incógnita sobre su futuro, a pesar de que en el PNV se ha interpretado que la renuncia de Egibar a sentarse en el próximo EBB implica también la salida de su actual presidente, en virtud del pacto interno que ha mantenido el partido pacificado desde 2008. Ayer, Ortuzar volvió a hacerlo en una entrevista en TVE, donde insistió en aplazar hasta la «tamborrada» del Día de San Sebastián -que se celebra el 20 de enero, el mismo día que arranca la primera vuelta del proceso para elegir la nueva ejecutiva nacional- su decisión, que, según dijo hace dos semanas, tiene «tomada desde hace tiempo». Sin embargo, ayer apeló de nuevo a la soberanía de las bases para mantener el suspense. «Yo no soy como Pedro Sánchez o Arnaldo Otegi, que dicen 'me voy a presentar a la reelección'. En el PNV esa posibilidad no existe. Las bases te tienen que proponer. Tú no te puedes proponer», zanjó.
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