Mendia dice que ahora «las circunstancias han cambiado» tras rechazar entrar en el Gobierno en 2016

La decisión de Mendia, en todo caso, se conocerá a corto plazo. Este lunes ha participado en la consulta en la que los alrededor de 5.000 militantes del PSE decidirán si apoyan el acuerdo programático alcanzado entre su partido y los jeltzales. Entre mañana martes y el miércoles se firmará de forma oficial el documento en el Parlamento vasco y el jueves será la sesión de investidura. Aun así, Mendia ha subrayado que todavía es «prematuro» hablar de su incorporación porque antes se debe definir bien la estructura del futuro gabinete.

Tras depositar su voto, y a preguntas de los periodistas, ha recalcado que el contexto es opuesto al de hace cuatro años, cuando el PSOE estaba inmerso en una guerra civil. «Ahora», ha señalado Mendia, «el partido se encuentra en una situación muy diferente». Unas palabras que vuelven a inclinar la balanza hacia su entrada en el Ejecutivo. Una decisión «personal», pero que tomará también «con el conjunto de mi equipo».

El resultado de la votación se conocerá pasadas las 20.00 horas. El acuerdo de gobierno también será ratificado hoy por la asamblea nacional del PNV. «Hemos estado trabajando en el acuerdo en torno a tres ejes: la salud para todos, el empleo y la reactivación económica y no dejar a nadie atrás», ha subrayado Mendia.

El debate sobre las ventajas o inconvenientes de que sea consejera sigue abierto. Se trata de una decisión compleja en la que juegan diferentes variables. La líder de los socialistas optó por quedarse fuera del gabinete hace cuatro años, aunque entonces el contexto era muy diferente. El PSOE estaba en mitad de su mayor crisis en décadas, con un Pedro Sánchez al que querían echar muchos dirigentes, y Mendia y la cúpula del PSE creyeron conveniente que lo mejor era que se centrase en recomponer el partido. Se aplicó una especie de bicefalia, con Mendia en el partido e Iñaki Arriola como contrapeso político del PNV en el Gobierno.

Pero el escenario ha cambiado de manera radical. Los socialistas, o al menos el entorno que rodea a Mendia, sostienen que la manera más adecuada de proyectar de forma pública las políticas que quiere desarrollar el PSE a lo largo de la próxima legislatura es teniendo a la secretaria general dentro del Gobierno. Ponen como ejemplo la etapa de Ramón Jáuregui, que compatibilizó la dirección del partido con su puesto como consejero o incluso como vicelehendakari.

En ese grupo se sitúan buena parte de los dirigentes del PSE, que tratan de dar un último empujón final a Mendia para que acepte el encargo. Por ahora, según fuentes socialistas, la secretaria general del partido no ha tomado una decisión final, aunque ha trasladado a sus compañeros que entiende que «no se puede poner de perfil» y que es consciente de la «responsabilidad política» que tiene. De ahí que buena parte de los cargos internos del partido den por hecho que acabará por aceptar la petición. «Idoia sabe que tal y como está la situación tiene poco margen para decir que no», sostiene un dirigente del partido.

Pero no todas las voces dentro del PSE están tan de acuerdo. Algunos cargos siguen opinando que su entrada en el Gobierno sería un error porque limitaría su capacidad de maniobra. En su opinión, la fórmula que ha funcionado durante los últimos cuatro años es mucho más adecuada porque permite a Mendia funcionar con más libertad, marcar más al terreno a Urkullu y actuar como lo hace Andoni Ortuzar en el PNV, sin miedo a que sus declaraciones o posturas puedan afectar al Ejecutivo. Sobre todo durante una legislatura que se prevé complicada por los efectos de la pandemia.