«Deberíamos aferrarnos al optimismo de Mario y apelar a la unión de la izquierda»

- Mario Onaindia Fundazioa ha preparado una programación especial con motivo del 20 aniversario del fallecimiento del histórico político socialista.

- Vamos a hacer unas jornadas para reivindicar las distintas facetas de Mario, escritor, político e intelectual. Comenzará el 14 de septiembre y concluirá el 7 de octubre con la entrega del premio anual a la directora Ana Murugarren.

- ¿Con qué objetivo se creó la fundación en 2009?

- Hemos querido mantener viva la figura de Mario Onaindia desde las distintas facetas que abordó a lo largo de su vida, todas ellas con una pasión increíble.

- Se cumplen hoy 20 años de su fallecimiento, pero ¿de qué manera sigue muy presente el recuerdo del Onaindia político, del que fomentó la pluralidad de la cultura vasca y el euskera, y en su caso también del compañero de vida?

- Yo sigo echándole de menos cada día. Hizo que me sintiera la mujer más querida del mundo y fue la persona con la que más me he reído, dos asuntos que agradezco eternamente. Me enseñó a disfrutar de la vida y a no ser victimista porque no lo soportaba. Y ya no solo como actitud política, sino como actitud vital. Son dos instrumentos básicos y útiles para la vida que él practicó hasta el final. Fue una lección al final sabiendo que se moría y sin embargo esos fueron unos referentes. No le fallaron en ningún momento. Y a ellos me aferro.

- Pasaron juntos 25 años de su vida...

- Yo tenía 17 años cuando nos conocimos, sin más, en Vitoria, en las maldades que andábamos en la época. A mí me detuvieron primero y estuve un mes en la cárcel. En ese tiempo, le detuvieron a él. Cuando salió, tras ocho años en prisión, me buscó. Y afortunadamente para mí, me encontró.

- ¿La política siempre formó parte de su vida en común?

- Absolutamente, era una competidora muy importante para mí. Me robaba mucho tiempo de su compañía.

- ¿Pero usted acabó formando parte de ella también?

- Estuve en Euskadiko Ezkerra, pero era una época... Si ahora hay problemas para que las mujeres ocupen el espacio que se merecen, imagínese hace 40 años lo que pintábamos, éramos totalmente invisibles.

- ¿Qué aprendieron juntos en la política de aquellos años?

- Fuimos aprendiendo a ser demócratas porque éramos unos asilvestrados bastante bestias. Era la época y fuimos aprendiendo poco a poco a respetar a las personas con otros pensamientos. En definitiva, aprendiendo a ser demócratas día a día, un ejercicio que no se acaba nunca, hay que cultivarlo de manera constante.

- ¿Sería un buen consejo en el actual escenario político?

- Sobre todo ahora que hay una polarización clara y más que nunca son necesarios los acuerdos.

- Es muy difícil imaginar lo que él pensaría, pero seguro que hubiera estado muy interesado en el actual proceso de investidura.

- Seguro que tendría buenas ideas que no se nos ocurren a los demás. Siempre fue un hombre adelantado a su tiempo.

- Su pasión por la libertad fue una constante en su trayectoria, marcada por la búsqueda permanente de salidas a todo lo que ocurría en Euskadi. ¿Con qué recuerdo se queda de ese tiempo?

- Fue una lucha constante y permanente por buscar su libertad y la del resto, y por terminar con las mayores intransigencias, con la violencia. Fue una absoluta obsesión.

- ¿Imaginaron que acabaría llegando este tiempo sin ETA?

- Me da pena que se lo haya perdido. Pensaría que están donde hace mucho tiempo queríamos que estuvieran. Es un paso importantísimo, pero no puede ser borrón y cuenta nueva. Faltan cosas.

- ¿Cuáles?

- Se están dando pasos, pero si tú, izquierda abertzale, entras en las instituciones democráticas, te vas haciendo demócrata. Falta que se sea explícitamente claro todavía porque aún hay gestos que quedan que son muy crueles.

- ¿Por ejemplo?

- Los carteles en las fiestas, ese heroísmo hacia cosas terribles y que han hecho mucho daño.

- ¿Ve posible la unión de la izquierda que Mario deseaba y que no acaba de llegar?

- Tenemos que esperar y aferrarnos al optimismo irredento que tenía Mario y en algún momento darnos cuenta de que es una necesidad, porque no hay otra.

- ¿Con la izquierda abertzale?

- Si empiezan a hacer política y a tomárselo en serio, que parece que sí, y siguen por ese camino, por supuesto que sí.

- ¿Les ve gobernando juntos?

- Hoy me parece difícil, tienen que dar más pasos.

- ¿Qué le gustaría que dijeran?

- Que la historia que llevamos encima ha sido injusta y cruel. Y luego esas reminiscencias, como los carteles de las fiestas en los que los etarras aparecen como héroes, que siguen haciendo mucho daño porque es una historia muy reciente. Que digan: 'Esto no se hace, se acabó'.

- ¿Ha pensado cómo contará a sus nietas quién fue el aitite Mario?

- Ya le reconocen en las fotos. Cuando sean un poquito mayores les contaré que su aitite siempre decía que 'las personas son muy importantes y están por encima de las ideas', y sobre todo que creía firmemente en el valor de ser buenas personas.