«Hay que seguir cultivando el antídoto contra la intolerancia»

El saludo del alcalde se dirigió primero a los familiares de Sotero Mazo y Miguel Ángel Blanco y «especialmente» a los vecinos y vecinas de Ermua, de quienes dijo sentirse «muy orgulloso» por su «valentía hace 25 años, por ser protagonistas activos de la lucha por la libertad y la democracia; movilizaciones que fueron lideradas por un alcalde, mi predecesor (Carlos Totorika), y una Corporación que quiero reconocer. Se plantaron y demostraron altura de miras, poniendo en juego sus vidas y las de sus seres queridos».

Abascal se refirió durante su discurso a la reparación del daño a las víctimas y a la construcción de una sociedad «plural que enriquece siempre desde el respeto y la libertad de las personas». «Hablamos de nuestra convivencia, de nuestro futuro, ya que no solo pretendemos recordar en este acto, sino que queremos contribuir desde la memoria a la construcción de una sociedad basada en el respeto», expuso.

Según recordó, el secuestro y asesinato de Miguel Ángel provocó un sentimiento de «rechazo multitudinario y en Ermua superamos el miedo. Se rompió la lógica terrorista de generar miedo y parálisis a través de la violencia. Fue el comienzo de la esperanza».

En palabras de Abascal, este reconocimiento «además de tener presente a las víctimas y sus familias pretende acercar esa realidad a las nuevas generaciones en la medida en que nos sentimos responsables de transmitir el legado. Pretende que nuestros hijos e hijas, nietos y nietas no se cuestionen si en este país hubo o no un terrorismo totalitario por parte de ETA».

Para finalizar, manifestó que la «libertad y la pluralidad son siempre tareas inacabadas y requieren el impulso de todos». Habló en este sentido del auge «del fascismo y los nacionalismos retrógrados que seducen con un lenguaje mentiroso. No podemos permanecer en silencio. Hay que mirar al futuro con esperanza pero sin olvidar el pasado para que la historia no vuelva a repetirse. Tenemos que seguir cultivando el respeto, el antídoto contra la intolerancia».