Borrar

Por él y por quienes le acompañaron

Hoy, quien fue la víctima por antonomasia habría de servir para que nos paráramos a mirar y a acompañar el dolor y el desconsuelo que ETA sembró en torno a los más de ochocientos asesinados que, como él, fueron abatidos

Viernes, 8 de julio 2022

Apenas había pasado una semana desde la liberación de Ortega Lara cuando ETA asesinó a Miguel Ángel Blanco, el crimen más vil de su ignominiosa historia. No fue casual coincidencia. Se trató de la muy meditada 'vendetta' con que la banda quiso resarcirse de la ... frustración que le supuso el fulgurante final del secuestro más 'exitoso' de los que había perpetrado. Se le volvió en contra. Sirvió, muy a su pesar, para sacar a plena luz su carácter mafioso, que ya habíamos podido vislumbrar en el 'pizzo' con que, bajo el eufémico nombre de 'impuesto revolucionario', se dedicó a extorsionar a empresarios, profesionales y pequeños comerciantes. Hoy nos reconforta pensar que aquellos dos crímenes acabaron siendo el azadón y la pala con que ETA cavó la tumba en que, una larga década después, quedaría sepultada de manera definitiva.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Por él y por quienes le acompañaron