Maite Pagazaurtuntua: «La memoria es el mejor antídoto contra el fanatismo»

Todavía hoy «quedan rescoldos» de aquella violencia, a juicio de Maite Pagaza, que pidió «trabajar para que los mismos que mataron no continúen ahora con la industria del blanqueamiento de lo que hicieron y nos avasallen con unas líneas rojas de nuevos tabúes». «Hace falta mucho odio para lograr que un niño se convierta en un asesino. Y aquí lo hubo en los barrios y en las familias», apuntó. Recordó el caso concreto de uno de los etarras que mataron a su hermano, «que quiso levantar a la gente en una sidrería de Astigarraga para atacar a la Ertzaintza enloquecido al haber visto que unos ertzainas ponían unas flores a un compañero asesinado». El atestado de su detención puede verse en la exposición.

La propia Pagazaurtundúa dirigió una visita por la muestra que acoge el Memorial bajo el título 'Un grito de libertad' y destacó que «esa palabra, libertad, llena todos los textos y poemas de Joxeba, todos los que encontramos entre sus papeles tras su muerte». Hay también cartas «que hablan de su compromiso, del miedo y de un hombre que sentía amenazado su futuro, algo que no compartió con nadie. Aunque algún poema sí me lo enseñó». Maite recuerda que a 'Pagaza' le habían marcado los versos de las 'Nanas de la cebolla', de Miguel Hernández.

Entre las fotos, sobresale una de 'Pagaza' abriendo orgulloso la Casa del Pueblo de Mondragón. Hay otras instantáneas suyas, también como militante de 'Basta ya' recogiendo el premio Sajarov en Estrasburgo. También recortes de Prensa de la época y decenas de cartas recibidas en el buzón que la familia instaló en su pueblo y que desde hoy ha sido trasladado, de forma permanente, al Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo en Vitoria. «Mas allá del dolor y el miedo, tenemos también que ser capaces de pensar cómo mejorar las cosas con los más jóvenes. Por eso pedimos a la gente que escribiera después de empapelar Andoain con un poema y la verdad es que llegaron muchas. Si sirve aquí para que trabajemos con los jóvenes en el Memorial, será fundamental».

«Andoain fue un ecosistema del miedo», explicó la hermana de 'Pagaza', que apuntó que «matar a uno se utilizaba para atemorizar a muchos. Cuando en una comarca se mataba a uno o dos, se garantizaba el terror en todos y la autocensura». Es una idea sobre la que también insistió Florencio Domínguez, director del Memorial de Víctimas, quien recordó que «sólo en Andoain hubo 20 ataques contra el PSE y 6 contra el PNV». Contribuyó a ese caldo de cultivo «una frágil respuesta institucional», en palabras de Florencio Domínguez. «El Ayuntamiento rechazó enviar una delegación al juicio contra el asesino de López de Lacalle pero gastaba tres millones de pesteas todos los años para subvencionar viajes de familiares a las cárceles. En otra ocasión rechazó mostrar su apoyo a una vecina que era testigo protegido en un juicio y mostró su respaldo al agresor que fue identificado y huyó».