María Ubarretxena, la portavoz formada en una cooperativa guipuzcoana

Una carrera meteórica que demuestra que es uno de los valores pujantes en el PNV. Nacida en 1980 en Urretxu pero afincada desde hace dos décadas en Arrasate, se inició en la vida política en 2011 como concejala en la localidad del Alto Deba. Es de esas representantes públicas que conoce bien la realidad de la empresa privada. Antes de embarcarse en el ámbito de la Administración, trabajó en el departamento internacional de la cooperativa Goizper de Antzuola, de la que es socia desde 2004. Previamente había pasado por Bellota Herramientas y Alejandro Altuna (JMA).

En su etapa como directora de Economía Social de Gobierno Vasco (2013-2015) fue presidenta del Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi.

En sus muchos viajes por el mundo para negociar con clientes y asistir a ferias le vino bien el dominio que tiene del inglés, el francés y sus nociones de alemán. Idiomas que maneja además del euskera y el castellano.

Licenciada en Humanidades y Empresa por la Universidad de Deusto, es madre de dos chicos adolescentes. Entre sus aficiones destaca el deporte (practica natación y ciclismo), la pintura (ha expuesto alguna de sus obras), y la música rock, heavy y electrónica.

Una amiga y antigua colaboradora recuerda cómo siendo alcaldesa sorprendió a todos los que la rodeaban en un BBK Live cantando a la perfección todas las letras del grupo The Killers. Este año no ha podido asistir al concierto de Rammstein en Anoeta, pero no faltó al que el grupo alemán dio años atrás en Illunbe.

Quienes la conocen bien dicen que combina a la perfección un carácter jovial, cercano y alegre con una meticulosidad y organización en el trabajo «admirables». «En el trabajo es muy rigurosa. Tiene que llevar todo al día. Y luego fuera es muy bailona y de las que más alegran bodas o fiestas».

En el partido le reconocen que «donde está, pasan cosas. Cosas buenas», matizan. Por ejemplo, su etapa como alcaldesa de Arrasate «ha sido una de las que más transformación ha experimentado el pueblo», remarca un vecino, que destaca «el 'ecobulevar', la nueva casa de música o Kulturola». «Le dio la vuelta al pueblo», insiste.

También hay coincidencia en que se trata de una mujer «muy activa», que «se marca retos» y «se implica mucho en las cosas». Un miembro de su equipo en el departamento de Infraestructuras Viarias de la Diputación de Gipuzkoa recuerda cómo «le hacía una especial ilusión llevar adelante la mejora de la carretera N-636 en el tramo que conecta Arrasate y Elorrio a través de Kanpazar».

Una demanda histórica de los habitantes del Alto Deba, como ella. Un proyecto al que con apenas unos meses en el cargo dio un impulso decisivo al firmar este año con la Diputación de Bizkaia el convenio para avanzar en la redacción del proyecto constructivo.

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