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La campaña de las europeas ha echado un manto de secretismo, aún más grueso de lo habitual, sobre las negociaciones para conformar el futuro Gobierno de coalición entre PNV y PSE. Como ya adelantó este periódico, jeltzales y socialistas contemplan aumentar a trece las actuales ... once carteras para que los de Eneko Andueza puedan ganar peso político en el Gabinete tras mejorar sus resultados (pasar de tres a cuatro consejerías) e Imanol Pradales sigue hablando -todavía esta semana lo ha hecho- con personalidades del mundo empresarial, profesional y socioeconómico para recabar opiniones sobre los perfiles más idóneos para su Gabinete.
Mientras, Andueza, secretario general del PSE-EE, sigue volcado en la negociación del acuerdo programático, pero, según ha podido saber este periódico, ya tiene prácticamente tomada -«esbozada»- la decisión de si incorporarse o no al Gobierno de Pradales como vicelehendakari. Sólo está a la espera de que se despeje definitivamente el reparto de áreas para poderlo anunciar.
«Es una decisión estrictamente suya, y la más importante que tiene que tomar», opina un alto cargo del PSE. «Será fruto de su reflexión individual», apostilla otra, para incidir en que Andueza tendrá manos libres de la ejecutiva de Euskadi para decantarse por una u otra opción, y en que tampoco el PNV debería poner objeciones a que se repita la estructura del actual Gobierno, con dos vicelehendakaris -está por ver si con o sin cartera pero con peso político-, uno por partido. «Si el PNV se niega a eso para no hacer sombra a la figura de Pradales, tendrá que darnos otras cosas», advierten en el PSE. «Hay razones para entrar y para quedarse fuera, contras y pros», repiten todos los cargos consultados. En el PNV, por su parte, creen que Andueza «se lo está pensando».
La palabra que late de fondo, y la que concentra todas las dudas y recelos de los socialistas vascos, es bicefalia, un modelo organizativo del que el PNV ha hecho santo y seña para concentrar el poder en el partido y separar sus atribuciones de las del Gobierno. «Es algo ajeno a nuestra tradición política, en nuestro partido el secretario general gobierna también», apuntan los partidarios de que, pese a los inconvenientes, el actual líder de los socialistas vascos tenga un papel relevante dentro del Ejecutivo. Estas fuentes apuntan, igualmente, que no quedan ya tantas leyes por aprobar, tras el furor legislativo de la pasada legislatura, por lo que Andueza podría marcar perfil más fácilmente desde el Gobierno en asuntos de gran calado simbólico como la reforma pendiente del Estatuto de Gernika.
Sin embargo, el caso de Pedro Sánchez, que efectivamente gobierna en La Moncloa y ejerce un poder prácticamente omnímodo en el PSOE -sólo hace falta recordar el abismo que abrió su posible sucesión cuando se tomó los famosos cinco días de reflexión-, poco tiene que ver con el de Andueza. Él no sería la cabeza del Gobierno, sino la referencia del socio minoritario dentro del Ejecutivo, y, si además de eso asume una cartera, sus responsabilidades podrían llegar a quitarle tiempo y energía para el cargo. Por no hablar de que su discurso como secretario general podría verse comprometido -desde que cogió el testigo de Idoia Mendia en octubre de 2021 se ha mostrado muy combativo a la hora de acotar el terreno al PNV y marcar posición propio en asuntos clave como la ley de Educación- al ser parte del mismo Ejecutivo al que tendría que 'controlar' desde el Parlamento.
Es más, quienes defienden la tesis de que instaurar una bicefalia ' de facto' -Andueza en Alameda Rekalde y otra persona de su estricta confianza con mando en plaza en Lakua, la tesis que gana más enteros también en el entorno inmediato del líder- argumentan, por un lado, que no sería la primera vez que eso ocurre y que, por otro, el 'vice' socialista de Pradales no tendría por qué amenazar la autoridad política de Andueza. «Eneko tiene la experiencia de haber estado dos años fuera del Gobierno -mientras Mendia ejercía de 'número tres' de Urkullu y titular de Trabajo y Empleo- y ha sido capaz de hacer valer nuestras posiciones, de que quedaran claras y se escucharan. En definitiva, de sacar chispas a la voz del PSE sin necesidad de estar dentro», apuntan.
A la 'cohabitación' entre Eneko Andueza e Idoia Mendia -la ahora candidata europea tenía la particularidad de que ya estaba de salida de la secretaría general- se une la de 'Txiki' Benegas con Ramón Jáuregui, que compartieron más de un año como secretario general y vicelehendakari, respectivamente, en los ochenta. Y, posteriormente, con Jáuregui ya como máximo responsable a los mandos del partido, Fernando Buesa ocuparía el cargo de 'vice' entre 1991 y 1995.
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