Manuela Carmena no cierra la puerta al Consejo de Ministros

La exalcaldesa de Madrid, de 75 años, ganó las elecciones de mayo pero la izquierda no alcanzó la mayoría absoluta. Abandonó la política dos días después de la elección del popular José Luis Martínez Almeida como nuevo regidor de la capital con los apoyos de Ciudadanos y Vox. Lo hizo porque, según adelantó ya durante la campaña electoral, no sería participe de una forma extendida de hacer oposición en la que prima el ataque personal sobre la crítica constructiva. De hecho, una de sus ocupaciones a día de hoy consiste en la puesta en marcha de una fundación cuyo objetivo será «recuperar la ética en la política». «Los insultos crispan y ensombrecen el debate de las ideas», justificó.

Carmena mantiene una relación cordial con el que PSOE, que la apoyó durante sus cuatro años al frente del consistorio de la capital. El líder de los socialistas madrileños, José Manuel Franco, llegó a ofrecerle de manera «informal» encabezar la candidatura municipal del PSOE, pero la entonces alcaldesa prefirió liderar una lista propia integrada por candidatos de su absoluta confianza, lo que quebró su relación con Podemos e IU.

Para Pedro Sánchez, que ya incluyó por sospresa a destacados independientes en su primer Gobierno, sería sin duda un fichaje de campanillas, dado su gran prestigio dentro de la izquierda. Otra cosa es que la exalcaldesa quisiera dejar por segunda vez su vida de jubilada para afrontar un nuevo reto político.

Lo que no hará en ningún caso es encabezar una candidatura a nivel nacional de la plataforma Más Madrid, con la que concurrió a las municipales en alianza con Íñigo Errejón a nivel autonómico. El ex número dos de Podemos también ha descartado presentarse en toda España en caso de una repetición electoral.