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El Parlamento vasco retoma este jueves su actividad cotidiana –comienzan a celebrarse los plenos ordinarios y de control– y lo hará mostrando un lavado de cara. El hemiciclo luce ya su nueva imagen después de varias semanas de obras para aumentar el número de escaños ... en la primera fila y adaptarse así al Ejecutivo más amplio de la democracia en Euskadi. En concreto, la bancada gubernamental ha sumado dos asientos en sendos extremos para dar cabida a los 16 miembros del Gabinete de Imanol Pradales, lo que ha obligado también a reformular las escaleras.
La ubicación de los componentes del nuevo Gobierno vasco representó un reto desde que en junio PNV y PSE-EE decidieron elevar de 11 a 15 el número de departamentos, además del propio lehendakari. Se trata de una proporción tan amplia e inédita que el salón de plenos del Legislativo de Vitoria sencillamente se quedaba pequeño. Es tradición que los miembros del Ejecutivo se sienten en primera fila, donde hasta ahora había una capacidad máxima de 14 sitios. Y los cambios no resultaban fáciles porque son escaños fijos, cada uno con su mesa correspondiente.
Durante semanas, los servicios de la Cámara estudiaron las opciones para adaptarse a la nueva estructura gubernamental hasta dar con la tecla. Finalmente la Mesa decidió situar los dos escaños que faltaban en el espacio por el que anteriormente se accedía a la escalera lateral, usada por los parlamentarios de las filas segunda, tercera y cuarta. A partir de ahora deberán subir por la escalera anexa, habitualmente utilizada por los fotógrafos y operadores de cámara para captar imágenes desde la altura o bien por los dos tramos situados en el centro del hemiciclo.
Una vez realizados los trabajos, adjudicados en julio a la empresa Zamakoa por 47.496,23 euros, el salón de plenos ya está preparado para acoger a todos los miembros del Gobierno vasco. Los inquilinos de los nuevos asientos serán el propio lehendakari, Imanol Pradales, que por tanto no usará el que ocupó Iñigo Urkullu durante doce años (ahí se sentará la vicelehendakari primera, Ibone Bengoetxea); y la consejera de Justicia y Derechos Humanos, María Jesús San José. En ambos casos, no tendrán a nadie justamente detrás.
La ampliación de la bancada gubernamental no es la única obra que se ha acometido en el Parlamento vasco durante el verano. En el propio salón de plenos también se ha cambiado la moqueta, lo que ha costado 22.770,26 euros. Y fuera del hemiciclo, en las plantas baja y primera, se han reformado los despachos de los grupos políticos para adecuarlos al nuevo reparto de fuerzas emanado de las elecciones autonómicas de abril; es decir, más espacio para EH Bildu, PSE-EE y PP, menos para el PNV y emplazamientos pequeños diferenciados para Sumar y Vox. Todo esto ha costado otros 150.779,20 euros.
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