«Solo el PP planta cara al 'procés' también en el Congreso»

- ¿Su fichaje es un primer paso para la definitiva absorción de Cs por parte del PP?

- Puedo hablar de mi caso personal. Yo he sido siempre una firme defensora de la suma dentro del constitucionalismo, especialmente en Cataluña, donde todo lo que sea dividir a los constitucionalistas beneficia a los separatistas. Esta suma ahora ha cristalizado en torno al PP. Es una buena oportunidad para iniciar una nueva etapa de reconciliación.

- ¿No hay que interpretarlo como el inicio de una OPA del PP para hacerse con el mayor espacio posible en el centro derecha?

- Las circunstancias de Cataluña son especiales, con un Gobierno separatista que lleva diez años obsesionado con la independencia y nos ha traído la ruina. Eso exige que se busquen soluciones alternativas, y esa es la intención del PP aquí, un proyecto que busca sumar distintas sensibilidades dentro del constitiucionalismo con un objetivo común, el de recuperar la convivencia en Cataluña y poner punto final a la pesadilla del 'procés'.

- Pero el constitucionalismo no está precisamente unido, ni en Cataluña ni en España. ¿No resta eso credibilidad a su discurso?

- Pelearnos entre nosotros sería un error. El adversario político es el separatismo, el objetivo tiene que ser derrotarlo en las urnas y formar un gobierno constitucionalista que piense en los problemas reales de los catalanes. Hay que centrarse en la recuperación económica.

- ¿Qué o quién le convenció a usted para cambiar de barco?

- No fue cosa de un día. Es una manera que tengo de entender la política y los valores de la igualdad, la libertad y la convivencia.

- El PP da a entender que hay muchos cargos de Ciudadanos llamando a sus puertas y que el trasvase podría intensificarse tras las elecciones catalanas. ¿Le consta?

- Lo que me llega por la Prensa. De lo que sí estoy convencida es de que va a haber muchos catalanes que no tenían intención de ir a votar que con esta suma que ha traído a personas de distintas sensibilidades como podemos ser Eva Parera ('número dos' de Manuel Valls en Barcelona) o yo misma van a recuperar la ilusión y a ver la luz al final del túnel.

- ¿La disolución de su antiguo partido en el actual es la única manera de que Pablo Casado pueda liderar una alternativa real a Sánchez?

- Tenemos dos misiones: ofrecer en Cataluña una alternativa al separatismo y a nivel nacional una alternativa al sanchismo. Este país necesita un cambio político: no podemos seguir con un Gobierno en manos del PSOE y Unidas Podemos, que no tiene ningún reparo en ir de la mano con ERC o incluso con Bildu. Esa doble alternativa solo la ofrece el PP. Es el único que combate los abusos del separatismo, pero cuando el 'procés' se traslada al Congreso también planta cara allí.

- No me ha contestado si ve la disolución de Cs irremediable.

- No quiero entrar a esas valoraciones, no me parecería bien opinar en esos términos.

- ¿Hay posibilidad de que ese espacio político sume para desbancar a Sánchez, incluyendo a Vox?

- No podemos salir a jugar el partido pensando que no lo vamos a ganar. Por supuesto que es posible. Siempre pongo un ejemplo clarísimo, que es el de Andalucía. Tras cuarenta años de socialismo hay un Gobierno de PP y Cs que está funcionando muy bien.

- Los fundadores de Cs acaban de reivindicar la utilidad del partido naranja para articular grandes pactos en España alejados de extremismos. ¿Lo comparte?

- El movimiento se demuestra andando. Quien ha conseguido construir esa casa común del constitucionalismo en Cataluña han sido Alejandro (Fernández, líder del PPC) y el PP. Hemos creado una alternativa fuerte y plural.

- ¿Eso es un reproche a Inés Arrimadas?

- Cs había nacido con el objetivo de plantar cara al separatismo y sobre todo de no servir de comparsa a partidos que buscan dinamitar nuestro país tal como lo conocemos. Y el Gobierno de Sánchez no ha tenido escrúpulo en pactar con ellos o en hacer concesiones como la de la ley Celaá. Hay que ser muy tajantes ahí y no permitir esos abusos. El 'procés' no se circunscribe solo a Cataluña, sería muy ingenuo creerlo e, insisto, hay que plantarle cara también en Madrid.

- ¿Están en riesgo los pactos autonómicos de ambos partidos?

- No veo por qué. Son buenos para la ciudadanía. Sería una pataleta pero no va a pasar.

- ¿La coalición PP+Cs en Euskadi es un experimento que no volverá a repetirse?

- Yo estuve haciendo campaña en el País Vasco y no veo por qué no se va a poder repetir. El constitucionalismo tiene que sumar.

- La decisión de aplazar las elecciones al 30 de mayo no cuenta con el consenso unánime de las fuerzas catalanas y Vox ha amagado ya con un recurso. ¿Habrá consecuencias?

- Una vez más, el Govern no ha hecho los deberes. Se sabía que las elecciones serían en febrero y, sin embargo, no se ha previsto ninguna medida para que los catalanes pudieran votar el 14-F con plenas garantías sanitarias. La reunión de partidos fue un teatro, ni se debatió ni se votó. El Govern se presentó con la decisión ya tomada. Ahora hay que garantizar que el 30 de mayo sí se pueda votar.

- ¿Debe Illa permanecer como ministro de Sanidad?

- Illa tiene un ojo puesto en el Ministerio y otro en Cataluña y eso, en estos momentos, es inadmisible. Hemos pedido su dimisión, necesitamos un ministro que piense en salvar vidas y no en conseguir votos.

- Yendo a lo concreto, ¿apoyaría el PPC una eventual investidura de Salvador Illa si el PSC ganara las elecciones?

- Es que el PSC e Illa con quien están pensando en pactar es con Esquerra, por mucho que digan que no. Cuando el PSOE dice que no luego siempre es que sí. Recordemos a Sánchez diciendo que no podría dormir tranquilo con Iglesias en el Gobierno. Otro tripartito sería nefasto en Cataluña, tenemos la experiencia de los dos anteriores. Pero es que además significaría más 'procés'.

- ¿El PP apoyaría a Illa o no? Todas las encuestas coinciden en que el PSC es la única fuerza no independentista con opciones de ganar.

- Me niego a pensar que solamente haya dos alternativas en Cataluña, un Govern separatista o un tripartito. Hay una tercera alternativa, la de Andalucía.

- Usted ha dicho que Arrimadas debería haber intentado la investidura cuando ganó las elecciones. ¿Eso es un lastre para esa alternativa de la que habla?

- Ya han pasado unos años y he detectado esa decepción en parte del electorado catalán, que se vuelca para que haya un cambio en Cataluña y a causa de una ley electoral injusta todo sigue igual. Hay que intentarlo todo. No hay que desperdiciar ninguna oportunidad ni dejar perder ni un solo voto constitucionalista.

- ¿Ayudaría en algo a la convivencia que los líderes del 1-O fueran indultados?

- No es una buena opción. Están cumpliendo prisión por delitos muy graves y además se jactan de que lo volverán a hacer. Recuperar la convivencia y la concordia exige una actitud de reciprocidad en el otro, como mínimo pedir perdón y estar arrepentidos. Un indulto solo trasladaría sensación de impunidad. Los separatistas deberían hacer autocrítica y reconocer el daño que hicieron.