Lluís Puig, «muy contento» con la sentencia de la justicia europea

El independentismo cree que hay partido para rato y que no se ha perdido nada. Puig, en Rac-1, ha señalado que se habían mentalizado con que la sentencia fuera «muy mal». «Se abre una gran puerta», ha afirmado el exconsejero. El independentismo se aferra al concepto que introduce el TJUE que habla de GOI, grupo objetivamente identificable. El secesionismo lleva meses presentándose como una minoría nacional perseguida dentro del Estado español y entiende que la acepción GOI es «poesía jurídica» por parte del TJUE.

Puig está ahora a la espera de que el juez Llarena mueva ficha. Si presenta una nueva euroorden, el exconsejero ya ha adelantado que, como hasta ahora, acudirá a la justicia belga. «Lo tiene mucho más difícil el juez instructor si quiere presentar la cuarta petición de extradición, cosa que estoy seguro que hará», ha dicho en Catalunya Ràdio. «La sentencia es un paso adelante», según su abogado, Miquel Sàmper. «Llarena puede pedir una nueva euroorden, pero de forma acotada», ha señalado. En esas salvedades es donde creen que tienen posibilidades de ganar la batalla. La sentencia dice que Bélgica puede «denegar la ejecución de una orden de detención europea cuando esa ejecución diera lugar a la vulneración de un derecho fundamental». Pero hay que demostrar «deficiencias sistémicas o generalizadas en el funcionamiento del sistema judicial del Estado emisor« y determinar »de modo concreto y preciso« el riesgo para los derechos de «un grupo concreto y objetivamente identificado de personas». Los independentistas ven campo para poder defenderse. Es en este punto donde los abogados de los nacionalistas pueden introducir el concepto de minoría nacional perseguida. Deben acreditar que no tendrán un juicio justo.

En el caso de Puigdemont, la partida va para largo también. La sentencia conocida este martes restringe las opciones de Bélgica para rechazar su entrega, pero el expresidente de la Generalitat lleva meses advirtiendo de que donde se la juega es en la causa por su inmunidad. Entre febrero y marzo, el Tribunal General de la UE (la primera instancia judicial en el ámbito comunitario) resolverá las dos demandas que presentaron los dirigentes independentistas contra el Parlamento Europeo por levantarles la inmunidad parlamentaria. En función de estas sentencias, la presidenta del Parlamento Europeo deberá decidir sobre las credenciales del expresidente, después de que la Junta Electoral Central informara a la Eurocámara que Puigdemont no tiene la condición de eurodiputado porque no fue a Madrid a acatar la Constitución. Si la justicia europea ratifica su inmunidad como europarlamentario, Puigdemont podría regresar. Si alguna de las partes recurre, la resolución definitiva en última instancia del TJUE sería para otoño. Ahí sitúan en el independentismo el 'momentúm' del regreso del expresidente.