Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Hacía tiempo que el lehendakari no miraba a Escocia y ahora, en plena crisis de credibilidad del Reino Unido tras la renuncia de Liz Truss y con la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, pidiendo un nuevo referéndum de independencia tras el fiasco del Brexit, ha ... vuelto a hacerlo.
En eso se apoyó Urkullu ayer para hacer pedagogía y recalcar que las consultas no tienen por qué ser sinónimo de aislamiento o de «quedarse en una isla», sino que pueden ser «para la unión», como es el caso de una Escocia que pide desgajarse de Westminster para quedarse en la Unión Europea.
Incluso, sacó a la palestra «la unión de municipios en el Estado español mediante la consulta a los ciudadanos», en referencia al referéndum de fusión de las localidades extremeñas de Don Benito y Villanueva de la Serena, que culminó con éxito. Así, pidió no caer «en el reduccionismo» de identificar las consultas con la independencia y emplazó a «profundizar más en lo positivo que en los miedos y temores que se han alimentado durante años». Así, opinó, la solución a las demandas del soberanismo catalán, y por extensión del vasco, no está en la reforma del delito de sedición, sino en un nuevo modelo de Estado que les dé respuesta.
«Me siento exclusivamente vasco y nacionalista vasco, con respeto absoluto a otros sentimientos de identidad y pertenencia», abundó Urkullu, que consideró «natural» en una sociedad «plural» como la vasca abordar un proyecto que concite «mayor adhesión» que la que obtuvo el Estatuto en 1979.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.