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JULEN SOBEJANO
Pamplona
Jueves, 1 de agosto 2019, 14:30
La política de bloques se ha podido vivir y sentir en el foso del Palacio Foral desde primera hora de la mañana. A su entrada, ... rezagados, se han quedados los diputados de Navarra Suma, formación que integra a PP, Ciudadanos y UPN; que portaban abanicos con la bandera de Navarra pese a estar lloviendo, y al otro extremo los 23 parlamentarios de Geroa Bai, Podemos y Ezkerra, que han mantenido diferentes conversaciones informales como la han mantenido la podemita Ainhoa Aznarez y la candidata María Chivite o la del socialista Santos Cerdán con el presidente del parlamento y del PNV en Navarra, Unai Hualde. A unos metros, y muchas veces a espaldas de todos, se han quedado los siete parlamentarios de EH Bildu, que no han hablado con la candidata en ningún momento pero que sus votos resultan necesarios para que esta pueda convertirse en la tercera presidenta de la Comunidad.
Y es que este proceso de investidura ha centrado las miradas de la política navarra y nacional desde las pasadas elecciones. De eso daba buen reflejo la tribuna de invitados, donde caras visibles han asistido al discurso de más de una hora de Chivite. Entre ellas, su compañera de partido y presidenta del Partido Socialista en Euskadi, Idoia Mendia, quien ha defendido desde primer momento, antes incluso que Ferraz, los contactos que estaba manteniendo el PSN con sus socios de Geroa Bai, Podemos y Ezkerra. Casualidades o no, Mendia tenía su sitio asignado en medio de la portavoz de Ciudadanos, Lorena Roldán, y la diputada del PP, Cayetana Álvarez de Toledo. Pese a coincidir, las caras largas entre las tres eran evidentes, ya que han evitado saludarse.
El Palacio Foral, poco acostumbrado a tanta atención mediática, se ha quedado pequeño. Más de treinta medios de comunicación se han dado cita en Pamplona. Mientras que algunos han trasladado sus equipos para dar cuenta de lo que estaba sucediendo dentro del hemiciclo y acompañarlo de declaraciones y entrevistas, otros han dado vueltas para encontrar un hueco donde poner su cámara o incluso sentarse. «Qué expectación», vitoreaba la parlamentaria de Ezkerra Marisa de Simón. Y es que ni los propios funcionarios del Parlamento sabían dónde colocar a los periodistas que no entraban, que han optado finalmente por sentarse detrás de los invitados, o dar vueltas y vueltas hasta poder encontrar un hueco.
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