Podemos revienta en Getxo entre denuncias de «irregularidades»

El principal municipio de la Margen Derecha vizcaína no es precisamente el mayor caladero de votos de la formación morada. En 2019, la coalición junto a Ezker Anitza-IU y Equo Berdeak recabó el 7,9% de las papeletas, lo que se tradujo en dos concejales. Sin embargo, el círculo de la localidad es «especialmente activo», según defienden sus integrantes. Desde 2020, su portavoz es Muñumer, antiguo militante de Izquierda Unida, que ya entonces fue denunciado ante la Comisión de Garantías por, entre otras cuestiones, haber integrado una candidatura, Guk, que se enfrentó a la de Elkarrekin Podemos en los últimos comicios.

Aquella demanda interna, interpuesta por la concejala Paula Amieva -pareja de Xabier Benito- terminó archivada por el órgano autonómico al concluir que se debía «ponderar el tiempo transcurrido». Pero se reactivó en octubre de este año, cuando Muñumer, crítico con la dirección de Podemos Euskadi, presentó su candidatura contra la de Benito para liderar la lista a las municipales. «Me mandaron un correo un domingo al mediodía y me dieron 24 horas para presentar alegaciones frente a unas acusaciones que ya se habían juzgado. Para cuando me di cuenta ya habían retirado mi candidatura de la web», relata en conversación con este periódico.

El aspirante excluido plantea la «contradicción» de que hace sólo dos años pudiera ser elegido por los militantes para ser portavoz del círculo de Getxo y ahora, con ese bagaje, se le «impida» siquiera presentarse a las primarias para las municipales. «¿En qué clase de partido político puede ocurrir algo así?», se pregunta de forma retórica. Se trató de un movimiento de la cúpula vasca, asegura, para «garantizarse» la elección de un candidato «afín» frente a un grupo crítico que, reivindica, «somos los que movemos el partido a pie de calle» con asambleas y conferencias.

Fuentes de la dirección autonómica, por el contrario, desmienten que se haya incurrido en una vulneración de los derechos del afectado y aseguran cumplir «a rajatabla» el reglamento interno. Argumentan que las sucesivas denuncias contra Muñumer han sido resueltas por instancias diferentes y por eso se han saldado con distintas conclusiones. En todo caso, invitan al afectado a acudir a los tribunales para que sea la Justicia la que determine si existieron tales irregularidades. Una vía que, señalan, no podría transitar «porque no ha agotado todas las instancias internas, tal y como pide la ley».

Sea como fuere, el episodio de las primarias ha sido «la gota que ha colmado el vaso» tras una larga historia de desavenencias que ya hace tiempo fracturó la relación entre este círculo y la dirección de Podemos Euskadi. No en vano, las actas de las asambleas de 2021 y 2022 recogen críticas a la cúpula liderada por Pilar Garrido y específicamente a la labor de su secretario de Organización, David Soto. También al propio Xabier Benito y a las dos concejalas por «no acudir a las reuniones a rendir cuentas» sobre su trabajo en las Juntas de Bizkaia y el Ayuntamiento de Getxo.

La situación es la más adversa posible para el partido morado en vísperas electorales. Porque, si bien existe todavía un canal de diálogo abierto, ninguna de las partes confía en solucionar un conflicto en el que, admiten, también se cruzan cuestiones personales. «Las 25 personas que solemos acudir a las reuniones del círculo, las que estamos al pie del cañón, nos vamos. Se quedarán cuatro gatos y aquellos que conciben el partido como una agencia de colocación», remata Muñumer.