Una juntera de Bizkaia, cuarta candidata a liderar Podemos Euskadi

El paso dado por la parlamentaria foral, que ya ha trasladado sus intenciones a varios compañeros de partido, trastoca el esquema que estaban dibujando las principales corrientes. Durante las últimas semanas, destacados representantes del partido trabajaron por una plancha en la que se integrasen miembros de la actual dirección y sectores críticos. En este último bando estarían los denominados ‘pablistas’, que se posicionaron del lado de Iglesias en la batalla que le enfrentó a Íñigo Errejón en febrero de este mismo año en la asamblea de Vistalegre.

Se trata, a su vez, de un grupo diverso. Entre sus rostros más conocidos están el exsecretario general Roberto Uriarte, los senadores Pilar Garrido, Miren Gorrotxategi y Josetxo Arrieta y el parlamentario vasco Juan Luis Uria. Pero no todos reman en la misma dirección. El nombre de Uria había ganado enteros como posible candidato de consenso. Pero esa hipótesis saltó por los aires la semana pasada. Ayer hubo un último intento por reconducir la situación, pero no pasó de lo simbólico.

El fracaso de las negociaciones abocaba a un escenario de tres listas. La oficial, con Martínez, actual secretario de Organización y portavoz parlamentario, como cabeza de lista; la de los ‘pablistas’, en la que cada vez suena con más fuerza el nombre de Gorrotxategi; y la de los anticapitalistas. Este sector aún no ha designado a su candidato. Su rostro más mediático es, precisamente, Neskutz Rodríguez, portavoz de Podemos en las Juntas de Bizkaia.

La aparición de Merinero modifica, en parte, este guión. Durante los últimos años ha mantenido un perfil propio en el Parlamento foral. Su relación con el resto de miembros del grupo juntero de Podemos, pertenecientes a la corriente anticapitalista, es distante. Merinero pertenece al sector ‘pablista’.

El resultado final se conocerá el 15 de diciembre. En un partido en el que los movimientos son impredecibles, a partir de ahora se inicia una batalla en la que muchas cosas pueden inclinar la balanza. Una de ellas es el papel que pueda tener Iglesias y la dirección federal en este proceso. Garrido forma parte del Consejo Ciudadano -la ejecutiva del partido- y Gorrotxategi integra la comisión de garantías, una especie de tribunal interno.