Arranca el futuro

La vicelehendakari Bengoetxea, valor seguro y contrastado, y el siguiente en el escalafón, el socialista Mikel Torres, alcalde de los que ensanchan sus siglas, encabezan una lista de hombres y mujeres que responden a los retos con gestión. La transformación que requieren los servicios públicos debe sustentarse en la suma del conocimiento exhaustivo de cada ámbito y la voluntad política impregnada de conexión emocional permanente con la ciudadanía.

Osakidetza y las políticas de vivienda marcarán en buena medida el sino del Ejecutivo. En ese sentido, las prioridades establecidas por los administrados son bien nítidas, y en sociedades aceleradas e hipersensibles como las actuales urge percibir con prontitud los cambios demandados. En otro de los frentes abiertos, el de la Ertzaintza, la designación de Bingen Zupiria como consejero del ramo es un acierto absoluto que augura buenos frutos.

En la legislatura que arranca, el juego parlamentario pivotará en torno a una doble virtualidad: una mayoría absoluta cimentada en un acuerdo entre diferentes que garantiza la estabilidad en tiempos convulsos y, a su vez, una vocación de apertura para ensanchar consensos con los partidos de la oposición que se avengan a ello. Con ese talante, resulta inaplazable la renovación del Estatuto de Gernika, conjugando ambición y transversalidad.

El nuevo lehendakari toma el relevo de un antecesor con una hoja de servicios sin tacha. A pesar de las dificultades, mayúsculas algunas como la pandemia, notabilísimas otras como la estela de la recesión sistémica iniciada en 2008, Urkullu deja un país encuadrado en la avanzadilla europea respecto a la mayor parte de las variables fundamentales que acreditan bienestar. Su elevado sentido institucional, vinculado a un conocimiento profundo de la historia del país; una práctica política caracterizada desde primera hora por el compromiso en favor de la pluralidad y los derechos humanos; y el ejercicio de un liderazgo sereno, inclusivo y eficaz han convertido al ya exlehendakari en un activo de referencia.

Imanol Pradales reúne todas las características humanas, intelectuales y políticas que permitan dar un salto cualitativo a partir de ese legado. Porque más allá de las líneas ideológicas, las personas y los equipos que conforman son determinantes a la hora de marcar los acentos que configuran un ciclo. Y, en ese sentido, comienza una etapa prometedora.