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José María Basoa Valdovinos, de 35 años, y su amigo Andrés Martínez Adasme, de 32, ambos naturales de Bilbao, son dos «currelas» a los que ... les gusta mucho viajar y que no tienen ninguna afiliación política, según quienes les conocen. Basoa, al que sus compañeros en el tajo en la capital vizcaína llamaban 'el alemán' porque estudió en la Deutsche Schule (colegio germano), se encontraba en la actualidad trabajando en Suiza.
Con amplia formación, hasta hace unos años estuvo contratado como técnico superior por una empresa de instalación de aire acondicionado a pequeña y gran escala de Bilbao. Sus colegas le recuerdan con mucho cariño. «Es un tío muy majo», coinciden. Colecciona monedas y le hacían bromas porque en lugar de los metros modernos, utiliza en el curro uno de los antiguos, de carpintero, de los que se despliegan. También ha trabajado reparando sistemas de gas y calefacción en Göttingen (Alemania) e hizo prácticas como frigorista y electricista durante tres meses en El Corte Inglés, en 2011. En su currículum figura también un curso de investigación comercial y de mercado. Andrés, por su parte, ha colocado ventanas metálicas durante una época y sigue residiendo en Bizkaia, aunque antes del viaje estaba desempleado y «buscando nuevos retos», según su perfil en una red social de empleo.
La noticia de la detención de Basoa y Adasme en Venezuela hecha pública el pasado sábado, 14 de septiembre, acusados de intentar conspirar contra el régimen de Nicolás Maduro mediante «acciones terroristas» y de pertenecer al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) como espías, les ha sorprendido sobremanera. Según el ministro de Interior del país sudamericano, Diosdado Cabello, que ofreció una rueda de prensa para informar sobre los arrestos, en la operación se incautaron «400 fusiles y pistolas» y fueron capturados también tres estadounidenses y un checo. Cabello les vincula con la CIA y el FBI y acusa a España de «suministrar mercenarios» para un supuesto complot dirigido por EE UU para asesinar a Maduro.
Naturaleza y senderismo
El Gobierno español y las familias de los dos bilbaínos han desmentido rotundamente este extremo y aseguran que ambos se encontraban en Venezuela haciendo turismo en sus vacaciones. «Son unos trotamundos expertos que llegaron a Venezuela en el peor momento», afirman. El año pasado, sin ir más lejos, ya viajaron a Colombia. Sus pasaportes están llenos de sellos de países de todo el mundo. «Les encanta la aventura, así que no van a los sitios típicos», dice un conocido.
Al finalizar el contrato con la empresa instaladora de aire acondicionado bilbaína, Basoa estuvo un mes y medio recorriendo Asia, entre otros países recaló en Filipinas. Nada materialista, se iba sufragando los gastos haciendo chapuzas en casas de habitantes locales. Su entorno lamenta ahora que eligieran como destino Venezuela, ya que ha coincidido con una grave crisis política con España después de que se haya aceptado el asilo político de un opositor venezolano y de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, haya tachado a Maduro de «dictador». Sus amigos creen que «estaban en el momento inadecuado en el sitio inoportuno» y que el régimen chavista les ha tomado como «chivos expiatorios».
Los dos amigos de Bilbao partieron hacia Venezuela el pasado sábado 17 de agosto, en un vuelo Madrid-Caracas. Allí alquilaron un coche, que tenían previsto devolver el 5 de septiembre, aunque nunca lo hicieron, lo que despertó las sospechas de sus familias. Los dos turistas decidieron cruzar la frontera con Colombia en lancha (no hay una buena red de carreteras) y visitar la ciudad de Inírida, en plena selva del Amazonas, destino de amantes de la naturaleza salvaje y de las rutas de senderismo en los grandes parques nacionales. Como experimentados viajeros, se movían sin guía. El último contacto telefónico con ellos desde Bilbao se produjo el lunes, 2 de septiembre, a las 8.23 am.
Su plan de entonces pasaba por volver a tomar una embarcación regular de regreso a Puerto Ayacucho, en la orilla del Orinoco, al suroeste de Venezuela. Pero ya no supieron nada más de ellos, por lo que temen que fueran detenidos ese mismo día, hace ya dos semanas.
Familiares «nerviosos»
Como no tomaron el avión de vuelta a Madrid, sus familiares decidieron denunciar la extraña desaparición en algún medio digital de los dos países sudamericanos, bajo el título: «Búsqueda de dos españoles desaparecidos en Colombia y Venezuela». Alarmados por la falta de noticias, el pasado día 8 de septiembre acudieron a la Ertzaintza, según confirmó ayer el Departamento de Seguridad. Los investigadores de la Sección Central de la Policía autonómica se comunicaron con Interpol y con sus contactos en la Policía venezolana y confirmaron que los dos ciudadanos vascos habían sido detenidos, información que fue comunicada de inmediato a sus familias.
Los dos bilbaínos se encuentran retenidos en las instalaciones del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), en Caracas, junto con los otros tres americanos y un checo, bajo la misma acusación de intentar derrocar a Nicolás Maduro. Según el ministro Diosdado, fueron arrestados cuando tomaban fotografías a infraestructuras y se interesaban por la compra de «explosivos», que planeaban lanzar contra la Embajada de Argentina, algo que sus familias tachan de «mentira». Están pasando muy malos momentos, se encuentran «nerviosos» y han decidido no hablar por el momento, ya que temen que cualquier intervención mal interpretada pueda afectar a la situación de Jose y Andrés en Venezuela. Confían en que los contactos diplomáticos den sus frutos y los dos jóvenes puedan regresar a Bilbao cuanto antes.
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