La izquierda confederal vasca intenta reconstruirse tras la sacudida por Errejón

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Xabier Garmendia

Las hasta ahora dos denuncias –presentadas por la actriz Elisa Mouliaá y la colaboradora televisiva Aída Nízar– y los testimonios anónimos en redes sociales sobre supuestas agresiones sexuales cometidas por Errejón han dejado al espacio a la izquierda del PSOE en estado de 'shock'. No ya sólo por la gravedad de las acusaciones en sí, por las que el expolítico se puede enfrentar a años de cárcel, sino también por su impacto en una reivindicación nuclear como el feminismo sin la que no se entiende la trayectoria de todo este espacio político adalid del 'sólo sí es sí'. Un auténtico torpedo en la línea de flotación que ha dejado la nave, ya de por sí muy tocada, al borde del hundimiento. Y en esto Euskadi no es una excepción.

«Influir influye», asumen fuentes de Sumar Mugimendua, que no niegan el efecto del escándalo en términos políticos pero que tratan de desvincularlo de los deberes organizativos, al menos a nivel autonómico. «Ha removido el espacio y habrá que cambiar cosas, pero hay que saber separar lo uno de lo otro», sostienen en la misma línea en Ezker Anitza-IU. Ambas formaciones, principales integrantes de la coalición Sumar, abogan por poner tierra de por medio con el «ruido» de Madrid y centrarse en las cuestiones de Euskadi, donde mantienen una «muy buena relación». En los temas domésticos no pierden de vista la necesidad de fortalecerse tras un resultado electoral en abril que, una vez consumada la ruptura con Podemos, no fue el deseado: un pírrico escaño en el Parlamento.

En Sumar, mientras la matriz nacional estudia retrasar su segunda asamblea (prevista para diciembre) por la sacudida del 'caso Errejón', la formación en Euskadi mantiene sus planes para su congreso constitutivo, en el que se elegirá una dirección «coral» con tres portavocías. Las reuniones locales ya se están llevando a cabo y el cónclave se celebrará entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre. El objetivo es construir «un sujeto político propio y de obediencia vasca» aprovechando la ausencia de convocatorias electorales en el horizonte próximo.

También Ezker Anitza-IU ha puesto en marcha su proceso congresual. La asamblea, la decimoprimera de su historia, se celebrará el próximo junio y está previsto que la actual líder, Isabel Salud, ceda el testigo, presumiblemente al actual secretario de Organización y exparlamentario Iñigo Martínez. El cónclave llegará en un momento en que Izquierda Unida a nivel federal, a través de su coordinador, Antonio Maíllo, está haciendo llamamientos a reconfigurar la sigla de Sumar e incluso a tratar de reconstruir puentes con Podemos para futuras elecciones.

Esa relación, al menos en Euskadi, está «completamente rota» con los morados, a los que únicamente les unen los grupos en común que todavía tienen en ayuntamientos y Juntas Generales. Precisamente Podemos Euskadi también se encuentra en un momento de cambio. La actual coordinadora general, Pilar Garrido, ha renunciado a la reelección en un proceso de primarias que debía comenzar este lunes pero cuyo calendario –el mismo que el de territorios azotados por la dana como Castilla-La Mancha y Andalucía– se ha decidido retrasar dos semanas. El juntero vizcaíno Richar Vaquero y la portavoz en Gipuzkoa, Miren Echeveste, se perfilan como favoritos para el cargo.