Mitxel Lakuntza (ELA) y Garbiñe Aranburu (LAB), en la presentación de una huelga general en 2019. Efe

La izquierda abertzale y ELA entran en una guerra abierta por liderar el soberanismo

La central liderada por Mitxel Lakuntza y LAB se cruzan duras críticas con el giro estratégico de EH Bildu como trasfondo

Lunes, 17 de abril 2023, 01:00

La izquierda abertzale y ELA, el sindicato mayoritario en Euskadi, han entrado en una guerra abierta que va mucho más allá de un enfrentamiento sindical entre la central liderada por Mitxel Lakuntza y LAB. Se trata de una pelea que está agitando el soberanismo, que ... se basa en gran medida en el giro estratégico puesto en marcha por EH Bildu y que estalla justo ahora que están a punto de cumplirse 25 años del Pacto de Lizarra, cuando los dos sindicatos unieron como nunca sus fuerzas para impulsar un proceso independentista.

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El escenario en estos momentos es justo el contrario. A lo largo de la pasada semana, los coordinadores generales de LAB, Garbiñe Aranburu e Igor Arroyo, han escrito un artículo que aclara qué clima se vive en estos momentos. En el texto no ocultan su malestar con ELA, a la que acusan de «lanzar una campaña de acoso y derribo contra LAB». Su relato ofrece poco margen para la interpretación. Cargan contra su «soberbia analítica», le reprochan haber convertido en «agua de borrajas» sus promesas políticas y aseguran que detrás de su apuesta por «dar lecciones a todo el mundo» se esconde su «incapacidad para aportar a la construcción de un proceso de emancipación nacional y social». Frente a ello, los dirigentes de LAB apuestan por un «sindicalismo constructivo».

Tiranteces

LAB acusa a ELA de «una campaña de acoso y derribo» y de mostrar «una soberbia analítica»

Lo que aparentemente ha desbordado el vaso de la paciencia de los dirigentes de la central vinculada a la izquierda abertzale es una entrevista publicada a finales de marzo en 'El Diario Vasco' en la que Lakuntza afirmaba que LAB mantiene «una alianza» con UGT y CC OO para «desactivar» a ELA. Pero la tormenta excede con mucho el ámbito sindical. Afecta de lleno a la línea estratégica impulsada en los últimos años por la izquierda abertzale.

El sindicato mayoritario ha criticado con dureza la mayoría de los acuerdos alcanzados entre EH Bildu y el Gobierno de Pedro Sánchez. Mientras la coalición soberanista ha defendido los pactos de marcado acento social como una forma de ampliar los derechos de los sectores más desfavorecidos, desde ELA se habla casi de rendición a cambio de casi nada.

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GKS, un nuevo frente

Desde la cúpula de EH Bildu no se oculta el malestar con Lakuntza. Tras el giro posibilista que ha dado la coalición, la apuesta por la confrontación sin concesiones que mantiene ELA se ve como un problema. «Quedarse detrás de la pancarta es muy fácil. Su postura ya la conocemos: decir 'no' a todo. Y eso no es responsable», afirman desde la alianza liderada por Arnaldo Otegi, que ve cómo ELA cuestiona una de las líneas maestras de su nueva estrategia: ganar centralidad con el objetivo de ampliar su base social. El choque, además, no tiene que ver solo con los acuerdos en Madrid. ELA también ha puesto en cuestión el pacto educativo en Euskadi que defiende EH Bildu.

Pactos en Madrid

El sindicato mayoritario ha criticado los acuerdos de Bildu con Sánchez, de marcado carácter social

La pelea, en todo caso, no es nueva y esconde intereses diversos. Tras la unión de facto en Lizarra, las hostilidades se desataron en 2011, cuando EH Bildu se hizo con el control de la Diputación de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de San Sebastián. ELA no bajó su tono reivindicativo y la izquierda abertzale consideró que, en cierta medida, la central liderada entonces por Adolfo 'Txiki' Muñoz estaba poniendo palos en las ruedas al soberanismo. Desde entonces, la relación ha ido de mal en peor y, como ambas partes reconocen, ahora mismo esta separada por un abismo.

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EH Bildu trata de rebajar la importancia del conflicto y trascendencia al alcance que puedan tener las críticas de ELA. «Están amortizadas», se sostiene. Pero el temor a un desgaste existe porque muchos afiliados de Bildu tienen doble militancia y porque llega en un momento en el que a la izquierda abertzale se le ha abierto el frente de GKS, que también cuestiona toda la estrategia de la formación liderada por Otegi.

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