Iturgaiz pide que se prohíban los actos de apoyo al etarra Patxi Ruiz

La campaña de protesta ha coincidido con una oleada de ataques a sedes de partidos. El más afectado ha sido el PNV. Alrededor de una decena de batzokis han aparecido con pintadas. El último, por ahora, el de Gernika. El Bizkai buru batzar denunció ayer que estas acciones «no hacen más que entorpecer la convivencia». También han sido atacadas varias casas del pueblo, un local de Podemos e instalaciones municipales en Vitoria. El sabotaje más grave se produjo en Ea, donde varios desconocidos quemaron un cajero. El incendio obligó a desalojar de una vivienda a siete personas.

Durante los últimos días, además, desde el Movimiento pro Amnistía se han organizado concentraciones en diversas localidades en apoyo a Ruiz. Ayer mismo había convocadas una quincena. Y esas son las que Iturgaiz considera que no se pueden celebrar. No solo eso. Insinuó que el Gobierno central las permite para lograr los apoyos del PNV y Bildu. En Twitter, el dirigente popular acusó a Pedro Sánchez de haber «negociado con Otegi, Urkullu y socios independentistas vascos la desescalada en la apología del terrorismo». «El delegado del Gobierno, o prohíbe inmediatamente estas concentraciones proetarras, o dimite. La ley no debe estar en cuarentena», añadió.

La polémica, en todo caso, no se limita a Euskadi. El delegado del Gobierno en Navarra prohibió una concentración que se iba a realizar ayer en el barrio pamplonés de la Txantrea por motivos de «salud pública». Según los organizadores, se esperaba que asistiesen 2.500 personas. En cambio, sí se celebró en torno a las 20.30 horas otra manifestación en apoyo al preso de ETA entre el Paseo Sarasate de la capital navarra y la plaza San Francisco, con varias decenas de participantes y bajo la vigilancia de un fuerte dispositivo policial.

El sábado, a través de un comunicado, ATA responsabilizaba de forma directa de la situación de Ruiz al director de la prisión, al Gobierno «del PSOE y Podemos y también todos los que han facilitado. Si piensan que nos vamos a quedar de brazos cruzados se equivocan, y hacemos un nuevo llamamiento a la lucha».