Isabel Peralta, la nueva voz del fascismo en España que tiene como «enemigo» al judío

Isabel estudia Historia en la Universidad Complutense de Madrid y se define como la líder de la Sección Nacional Femenina de Falange pese a que esta organización fue disuelta en plena Transición a través del Real Decreto Ley 23/1977. En el momento de su desaparición contaba con casi 300.000 mujeres afiliadas a la causa. La joven está «enamorada del fascismo» y sus padres no le dirigen la palabra, tal y como ha reconocido recientemente.

A pesar de su juventud, Isabel es muy reconocida en los círculos de la extrema derecha aunque en las redes sociales hasta el sábado era una auténtica desconocida. El discurso, donde calificaba al judío como «el enemigo», corrió como la pólvora en Twitter y a partir de ahí su fama en cuanto a número de seguidores se quintuplicó.

Isabel ha aprovechado el momento y se ha dejado conocer en diferentes medios de comunicación, aunque donde mejor se explaya es en Twitter. «Estoy orgullosa de ser fascista», exclama en uno de sus tuits después de haberse difundido el polémico vídeo. Aunque no se sacia con facilidad y el discurso de odio va en aumento con cada comentario que recibe. A Vox directamente los llama «sionistas abrazados al capitalismo». El partido de Abascal no le agrada, ni a ella ni a sus seguidores nostálgicos de lo que un día fueron las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista (JONS), la reproducción del movimiento fascista de Benito Mussolini en Italia.

Precisamente su referente político es Ramiro Ledesma. Probablemente un desconocido al vivir a la sombra de José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange. Ledesma fundó las JONS antes de su agrupación con Falange. Acabó abandonando el partido un año después porque Primo de Rivera ya no se consideraba «fascista». Y en esos términos se define Isabel políticamente. «Fascista» y «antidemócrata». Amante del nacional sindicalismo, la ideología con la que nació el movimiento de las JONS y en polos opuestos al capitalismo o liberalismo.

Isabel defiende el socialismo a ultranza. El mundo obrero, la lucha del proletariado. Un discurso muy similar al que pueden utilizar otros movimientos políticos pero con una diferencia: la raza. Para Isabel y sus seguidores fascistas, la raza es imprescindible. De ahí el odio al judío que lo consideran «culpable» de todos los males y «enemigo» común.

Una ideología antisemita que quedó demostrada el pasado sábado en Madrid con un discurso propio de los mitines que ofrecía Hitler antes de alcanzar el poder. En una entrevistas con El Español matizó algunas de las palabras del discurso: «No me refiero al pobre señor -el judío- que va a la sinagoga a rezar, me refiero al sistema monetario internacional, al sistema de reserva federal, a los líderes y organizaciones sionistas que subvencionan y financian el Black Lives Matter o el feminismo posmoderno», explicó.

Para Isabel, una nacionalsocialista como ella es una persona «elegante, que escucha a Wagner, no se dedica a hacer el macarra y el vándalo, sino que lucha por unas ideas y sigue firme a ellas«, afirma en el citado medio. «Podrá parecer mal o bien, pero yo lo creo y asumo las consecuencias. No voy a pedir perdón porque realmente creo mis palabras».

Isabel no se arrepiente pero la Fiscalía Provincial de Madrid ya ha anunciado que investigará este discurso antisemita, ya que consideran que pudieran ser constitutivos de un delito relativo al ejercicio de los Derechos Fundamentales y las Libertades Públicas.