La investigación sostiene que un proyectil foam de la Ertzaintza rebotado hirió en el ojo al menor en Tolosa

Estas pesquisas las está realizando Asuntos Internos del Departamento de Seguridad que ejerce de Policía judicial en el caso y que está al margen de la jefatura de la Ertzaintza. En la investigación se recoge que el arma que lanzó el proyectil que impactó en el menor disparó un total de cuatro veces durante la actuación policial. Asuntos Internos también ha identificado quién disparó y las ordenes que recibieron los agentes que completaban ese dispositivo. Las citadas fuentes señalan que la actuación de los agentes cumplió con el protocolo, ya que los lanzamientos de foam se hicieron desde más de 50 metros —está establecido que sean entre 30 y 50 metros— y que se dirigieron a la parte inferior del cuerpo. El arma que lanzó el proyectil se encuentra precintada y custodiada

Los investigadores han solicitado las imágenes de las cámaras de videovigilancia que había en la zona donde se produjeron las cargas, la calle Beotibar de Tolosa, para visionar las grabaciones y esclarecer lo ocurrido. Según fuentes de la investigación, los altercados se originaron en un bar en el que una persona resultó herida a causa de un puñetazo. A causa de esta agresión ha pasado varias semanas en el hospital y ha requerido intervención quirúrgica. La pelea iniciada dentro del local continuó en la calle y entonces se produjo la intervención de la Ertzaintza.

Una furgoneta con seis agentes de la unidad móvil de antidisturbios, junto a varias unidades de protección ciudadana de la Er- tzaintza y de Udaltzaingoa se personaron en el lugar. Asuntos Internos constata también que los agentes fueron recibidos con lanzamientos de botellas y de latas, por lo que el cuerpo policial disolvió los altercados con lanzamiento de proyectiles foam. Uno de esos disparos, según las citadas fuentes, impactó en el brazo de un joven que se disponía a lanzar una botella a la Ertzaintza y tras rebotar el proyectil acabó hiriendo el ojo del menor billabonatarra, que se encontraba a pocos metros en los incidentes.

También se investiga una tercera lesión esa noche a una mujer que denunció un botellazo a través de los mecanismos de emergencias y cuyo estado no requirió su traslado al hospital, al ser atendida «in situ» en una ambulancia. Asuntos Internos cree que «fue accidental» y que esta persona «no pertenecía al grupo que atacó a la policía».

El vicelehendakari primero y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, ya afirmó el pasado miércoles que será la investigación la que dirá exactamente en qué términos y en qué condiciones lo ocurrido tiene relación con integrantes del cuerpo policial, y «si tiene que ver o no en la lesión con la utilización de material antidisturbios».

El consejero subrayó la iniciativa que ha tenido la propia Policía autonómica para comunicar «con toda transparencia» lo sucedido en carnavales y abrir la investigación «sin presiones externas». También desveló que la propia Ertzaintza pidió al juez de Tolosa que un médico forense analice «las heridas» y concrete «qué dimensiones, origen y consecuencias tienen las lesiones». Además, explicó que él mismo tuvo «una aproximación con la familia, inmediatamente después de la hospitalización del joven». Aunque la familia ha explicado que no se ha vuelto a repetir.

El menor fue operado el pasado martes para evitar que el desprendimiento de retina que sufre se expandiese por el ojo. Fuentes familiares explicaron a este periódico que la intervención «fue bien» y que el joven estaba en casa con el deber de «guardar reposo absoluto». Asimismo, señalaron que «tenía dañada la mácula».