Marlaska viajó ayer a Rabat para entrevistarse con su homólogo marroquí, Abdelouafi Laftit. efe

Interior continúa con el goteo de traslados y acerca a otros seis presos de ETA

La mitad de ellos tienen delitos de sangre y uno ha sido enviado a Martutene tras pasar a tercer grado

DAVID GUADILLA

Sábado, 21 de noviembre 2020, 00:39

Continúa el incesante goteo de traslados de presos de ETA a cárceles próximas al País Vasco. Instituciones Penitenciarias anunció ayer que otros cinco reclusos de la banda serán aproximados en los próximos días a centros ubicados en Cantabria y Castilla y León. A un sexto ... interno se le ha concedido el tercer grado y será enviado a Martutene desde El Dueso. Desde que Pedro Sánchez llegó a La Moncloa, el Gobierno ha acercado a 99 presos aunque el número total de traslados supera el centenar porque algunos presos han sido 'movidos' en más de una ocasión, según los datos de la AVT.

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La estrategia del Ejecutivo es la de anunciar acercamientos en paquetes semanales. La pasada confirmó el traslado de otros cinco reclusos el mismo día que Arnaldo Otegi hizo público que EH Bildu iba a apoyar los Presupuestos Generales del Estado. En todo caso, tanto los socialistas como la izquierda abertzale rechazan que se esté aplicando la fórmula 'presos por Presupuestos' y subraya que todos los movimientos son individualizados.

Varios de los reclusos cuyo traslado será inminente y cuyos nombres fueron desvelados ayer tienen delitos de sangre. Es el caso de Aitor Olaizola Baseta. En 2005 fue condenado junto con Eider Pérez Aristizabal a penas de 75 años de prisión como responsables del atentado que acabó con la vida del mosso d'esquadra Santos Santamaría Avendaño. Será mandado desde el centro penitenciario de Cáceres a Palencia. Cumplirá las tres cuartas partes de la condena en septiembre de 2023. Prisiones dice que abona la responsabilidad civil y «renuncia a la violencia».

Un caso similar es el de Gregorio Vicario Setién. Es el que tiene un mayor historial delictivo. Fue condenado por su participación en los atentados que le costaron la vida al militar Leopoldo García Campos en enero de 1994 y unos meses después a Vicente Beti Montesinos, un transeúnte que falleció en un atentado contra la Delegación del Gobierno en Barcelona. También participó en los secuestros de Cosme Delclaux y José María Aldaya. Interior asegura que «asume la legalidad penitenciaria, rechaza el uso de la violencia y ha mostrado su respeto hacia el dolor de las víctimas». Continuará en primer grado, con aplicación del artículo 100.2. Pasará de Salamanca a Burgos.

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A la misma ciudad castellana será enviado desde A Coruña Zigor Bravo. Fue condenado a 28 años de prisión por colaboración en el asesinato de Máximo Casado, además de por daños terroristas. «Ha aceptado la legalidad penitenciaria y ha remitido un escrito en el que rechaza la violencia y se hace responsable del sufrimiento causado», según Prisiones, que ha resuelto progresarle a segundo grado.

Críticas de las víctimas

Egoitz Coto irá de Granada a El Dueso, en Cantabria. Fue condenado en 2002 por asesinato terrorista en grado de tentativa a 22 años de prisión por atentar contra dos ertzainas que resultaron heridos en Portugalete. También muestra «su empatía con las víctimas».

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A Ángel María López se le acusó de intentar asesinar en enero de 2001 al edil del PSE Martín Martínez. Viajará de Algeciras a León. Sigue en primer grado. Además, Instituciones Penitenciarias ha dispuesto la clasificación en tercer grado penitenciario de Emilio Salaberría, que será trasladado de El Dueso al Centro Penitenciario de San Sebastián.

La AVT volvió a criticar los acercamientos y reclamó una reunión urgente con el ministro Marlaska.

El etarra Iñaki Bilbao abandona la huelga de hambre

El preso etarra Iñaki Bilbao, vinculado con los grupos disidentes de la izquierda abertzale, ha abandonado la huelga de hambre que había comenzado hace varias semanas. Internado en la cárcel de Puerto de Santa María, su protesta había sido criticada por Sortu. La formación liderada por Arkaitz Rodríguez recalcó a través de un inédito comunicado que el ayuno no formaba parte de la cultura «histórica» de la izquierda abertzale y no lo apoyaba. Detrás de ese anuncio se escondía el temor de que Bilbao llevase su protesta demasiado lejos. Sortu, además, censuraba de forma explícita a quienes apoyaban la protesta, un mensaje directo al Movimiento pro Amnistía, que engloba a los disidentes y con el que Sortu mantiene un cada vez más abierto enfrentamiento.

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