El progreso y el bienestar de Euskadi

No he ocultado ni oculto mi preocupación y desacuerdo, tanto en la forma como en el fondo, con este modo de hacer política y tratar a la ciudadanía. Soy el primero en reconocer que tenemos problemas y dificultades. Cuándo no. El primero en reconocer que tenemos que seguir mejorando. Cómo no. El primero en haber hecho ejercicio de autocrítica pública sin que haya servido de nada. El primero en defender la autoexigencia frente a cualquier forma de autocomplacencia o acomodación. Eso sí, con la verdad de los datos objetivos por delante.

Entender el contexto actual es importante. Llevamos quince años encadenando una crisis detrás de otra, todas de calado y carácter global, con una enorme repercusión en nuestra sociedad. Hemos respondido con un amplio abanico de medidas de apoyo social o económico y también humanitario.

A día de hoy, y a pesar de todo lo padecido, los indicadores de nuestra economía y los datos objetivos de empleo dan muestras de resiliencia y resistencia, de fortaleza. Las expectativas para este año y el siguiente son positivas, si bien debemos analizar esta realidad con cautela ante la fragilidad de la situación internacional. Así, estos mismos días asistimos a una nueva crisis en Oriente Medio, una posibilidad que apunté en el Debate de Política General el pasado 14 de septiembre, cuyas consecuencias son todavía impredecibles, pero negativas en todo caso.

Esta sucesión de crisis está caracterizada por su impacto global. Prácticamente todos los países del mundo, y desde luego, todos los europeos, hemos padecido consecuencias similares. No somos una isla, tampoco un «oasis», tal y como se ha pretendido poner en mi boca. Sirva un botón de muestra: las dificultades que tenemos en los servicios de salud son compartidos en todo nuestro entorno. España, Inglaterra, Francia, Alemania o Países Bajos están sufriendo exactamente los mismos problemas. ¿Alguien lo reconoce?

Se da la paradoja de que alguien, después de afirmar que «la situación de Euskadi es desastrosa», deberá admitir que no puede presentar ejemplos de países que puedan ofrecer un balance mejor. Dicho con toda modestia, pero también con toda honestidad y siempre con la autoexigencia y el propósito de mejora continua por bandera, defendiendo «Euskadi, bien común».

En mis últimas comparecencias públicas he tratado de centrar el debate sobre la base de los datos reales, objetivos y contrastables. Los indicadores de 'Euskadi 2013-2023' muestran que hemos avanzado en los principales ámbitos de competitividad y bienestar de un País.

El Producto Interior Bruto de Euskadi era de 64.900 millones de euros en 2013. Hoy es de 86.200. Hace diez años la tasa de paro era del 16,6% y hoy del 7,4%. Nos encontramos en el entorno del millón de personas trabajando y cotizando, 125.000 más que hace diez años.

En 2013 el gasto por persona en Salud en Euskadi era de 2.700 euros. Hoy son 3.500 euros. Euskadi está por encima de la media europea. Hace diez años, el gasto por persona en Protección Social era de 7.900 euros y hoy es de 9.900. También por encima de la media europea.

En el ámbito educativo, somos la Comunidad que más invierte, con 1.426 euros por alumna o alumno. Las personas con estudios terciarios han pasado en diez años del 61% al 65% actual, nos situamos por encima de la media europea.

La inversión en I+D+i ha aumentado de forma continuada en Euskadi y ha alcanzado el 2,11% de nuestro Producto Interior Bruto. Esto nos acerca a la convergencia con Europa que puede producirse el próximo año. La industria y los servicios avanzados han alcanzado el 40,8% del PIB. Nos encontramos en la media europea. Las exportaciones han crecido un 57% en diez años y la inversión privada respecto al PIB supera la media europea en dos puntos.

Euskadi se sitúa entre los 7 primeros países europeos con mayor igualdad de género y la tasa de riesgo de pobreza se encuentra 6 puntos por debajo de la media europea. Desde hace diez años, el 25% de las viviendas protegidas en alquiler de todo el Estado se han construido en Euskadi, cuando representamos menos del 5% de la población. La reducción de Gases Efecto Invernadero ha crecido del 26% al 35%, en mayor medida que la media europea.

Estos diez años hemos logrado 11 nuevas competencias para Euskadi y, desde enero de 2020, contamos con un compromiso aprobado en el Consejo de Ministras y Ministros del Gobierno español para el cumplimiento íntegro del Estatuto. Además, hemos alcanzado acuerdos bilaterales con los diferentes Gobiernos españoles que han permitido actualizar y mejorar tanto la Ley del Concierto Económico como la Ley del Cupo.

Esta es la fotografía real, objetiva y basada en datos. Un ejercicio honesto de compartir una «concepción de Euskadi basada en datos reales», en atención a la recomendación de Hans Rosling. Hay más. Hace diez años, el Presupuesto del Gobierno Vasco no alcanzaba los 10.000 millones de euros. Nuestra previsión es que en 2024 podamos contar con un presupuesto en el entorno de los 15.000 millones de euros, esto es un 50% más de recursos públicos que hace una década.

Nuestro compromiso prioritario va a ser seguir mejorando los servicios públicos esenciales: Salud, Educación, Protección Social o Seguridad, además de la generación de riqueza y empleo. Nuestro modelo es el Desarrollo Humano Sostenible: riqueza basada en la tecnología, innovación e internacionalización de la actividad, para su posterior redistribución en parámetros de equidad y justicia social.

Todos los resultados expuestos están vinculados a los ejes de actuación 'Personas-Prosperidad-Planeta-Derechos Humanos y Autogobierno', pero no responden a Objetivos del Gobierno. Son Objetivos de País.

Estos logros los hemos conseguido trabajando con una estrategia y un modelo compartido. Compartido con el resto de instituciones vascas. Compartido, según la cultura de 'auzolana', con procesos participativos con la sociedad organizada en los diversos 'Euskal Itunak'-'Pactos Sociales'.

Atendiendo también a la cultura política vasca, afirmo que no nos conformamos. En este sentido, trabajamos con dos perspectivas complementarias: la Agenda 2030 y la visión de Euskadi 2040. En primer lugar, Euskadi está alineada con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, a la que añadimos el eje de la cultura, idioma e identidad. De forma complementaria, Euskadi 2040 es una reflexión compartida sobre el modelo que queremos para Euskadi en el futuro. Con este objetivo, he impulsado un proceso con la participación de las instituciones vascas, también el tercer sector, el sector empresarial y los sindicatos, con especial hincapié en el colectivo de personas jóvenes.

Nuestro objetivo es construir un modelo de bienestar sostenible e inclusivo. Nuestro norte es ambicionar una Euskadi 2040 situada entre las 30 primeras regiones europeas con mayor renta por habitante de las 320 existentes, seguir entre las regiones con menor tasa de pobreza, ser líder en innovación, situar nuestro país como territorio neutro en carbono y con un paro inferior al 6%. Vuelven a ser todos ellos Objetivos de País.

Vamos a seguir trabajando también por una Euskadi con un estatus de Autogobierno actualizado, con capacidad para gestionar nuestras competencias y responder a los retos de futuro de nuestro País. Euskadi tiene problemas y dificultades como todos los países de nuestro entorno. Ahora bien, los datos objetivos reflejan que Euskadi está respondiendo adecuadamente a los retos que le han planteado las crisis sucesivas padecidas desde el año 2008.

Tenemos trabajo por delante para hacer frente a los retos: ayudar a fortalecer la economía y a generar empleo de calidad; luchar contra el cambio climático; conseguir la convergencia con Europa en innovación para ser competitivos; responder al reto demográfico y favorecer la emancipación de la juventud; garantizar los servicios públicos esenciales y su sostenibilidad. Misión, visión, ambición y valores.