david guadilla
Martes, 22 de diciembre 2020, 00:08
Navarra Suma y PSN firmaron ayer un acuerdo presupuestario en el Ayuntamiento de Pamplona de profundo calado político que ha agitado el escenario en la comunidad foral. El apoyo de los socialistas permitirá al equipo de gobierno del regionalista Enrique Maya, que está en minoría, ... salvar las Cuentas públicas, pero también ha generado un terremoto cuyos efectos amenazan con sacudir al Gobierno de María Chivite. Para empezar, tanto EH Bildu como Geroa Bai no ocultaron su malestar con una decisión que tendrá «consecuencias políticas».
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El reparto del poder institucional en Navarra vive sobre dos realidades paralelas. El Gobierno tripartito de la socialista María Chivite (PSN, Geroa Bai y Podemos) -con apoyo externo de Bildu y Ezkerra- convive con la Alcaldía de la capital, en manos de Navarra Suma. La alianza de UPN, PP y Ciudadanos obtuvo 13 concejales en mayo de 2019, a uno de la mayoría absoluta. Una situación de minoría que, por ejemplo, ya le impidió sacar adelante hace justo un año su proyecto de Presupuestos por el rechazo de los tres grupos de la oposición: Bildu (7 escaños), PSN (5) y Geroa Bai (2).
La decisión de los socialistas rompe los bloques y llega después de que hace varias semanas Chivite volviese a salvar sus Cuentas gracias al apoyo de la izquierda abertzale y se escenificase la enorme brecha que separa a Navarra Suma y al PSN en el Parlamento foral. ¿Por qué ahora se alcanza ese acuerdo en Pamplona? Según los socialistas, solo porque las enmiendas que han incorporado al texto inicial suponen un «éxito social» al abordar diversas cuestiones en materia de vivienda e infraestructuras.
conflicto
Pero el trasfondo político del acuerdo se demostró en las reacciones que provocó. El portavoz de Na+, Javier Esparza, comparó lo sucedido en Pamplona con la realidad que se vive en la Cámara foral. A su juicio, el acuerdo entre su formación y el PSN en la capital «deja a las claras que Chivite podía haber elegido a Na+ pero prefirió las políticas radicales de EH Bildu». «Es obvio que pacta con Bildu porque quiere», señaló Esparza.
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Pero donde la decisión del PSN levantó ampollas fue en Bildu y en Geroa Bai. La primera advirtió de las consecuencias que traerá el pacto, mientras que Geroa Bai fue más lejos. Señaló que «de facto» es un pacto de «legislatura» que recuerda a los alcanzados en la época de Yolanda Barcina «de nefastos recuerdos».
El anuncio llegó el mismo día que se publicó el 'Navarrómetro', un sondeo sobre intención de voto. La muestra vaticina un escenario muy similar al actual con un juego de mayorías idéntico. Navarra Suma seguiría siendo primera fuerza con los 20 escaños que tiene en esta legislatura; PSN subiría un escaño, de 11 a 12; Geroa Bai bajaría de 9 a 8; EH Bildu repetiría con 7, lo mismo que Podemos e Izquierda-Ezkerra, con 2 y 1, respectivamente. Vox no entraría.
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