El PNV y la izquierda abertzale celebrarán, un año más, el Aberri Eguna cada uno por su cuenta, aunque, ante la imposibilidad de organizar actos masivos, el llamamiento es el mismo: colgar ikurriñas en los balcones y transformar la efeméride en una jornada de ... duelo por los fallecidos y de solidaridad con quienes trabajan en primera línea. «Compartan o no el sentimiento de pertenencia a la nación vasca, a nuestros ojos son abertzales ejemplares», remarcó Andoni Ortuzar en su comparecencia en una Sabin Etxea vacía. Sortu sugirió «si se quiere» colocar un crespón negro en la ikurriña y el PNV anunció que se sumará al minuto de silencio convocado a las 12:30 en memoria de las víctimas de la pandemia.
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Ortuzar llamó a la sociedad vasca a «engalanar» los balcones con la ikurriña. El PNV incluso compartió este miércoles en sus redes sociales un PDF con la enseña en blanco y negro para que quienes no tengan una bandera de tela puedan fabricársela en casa y colorearla. El presidente del EBB consideró una «buena noticia» que surjan nuevas iniciativas como la de Euskal Herria Batera -apoyada por la izquierda abertzale- para celebrar el Aberri Eguna.
Sortu, por su parte, sostuvo que la crisis refuerza la urgencia de construir «una República vasca basada en la soberanía popular y en valores contrapuestos a los del capitalismo neoliberal». LAB acusó a Urkullu y la presidenta navarra, María Chivite, de defender «un autogobierno a la medida de la patronal».
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