El exvicepresidente Igea salva un escaño que evita la desaparición de Ciudadanos

El partido de Inés Arrimadas centró el relato electoral en la «deslealtad» de Alfonso Fernández Mañueco al adelantar los comicios bajo la excusa de que su socio preparaba una moción de censura junto al PSOE al puro estilo murciano. En una campaña personalista ante la práctica imposibilidad de obtener representantes por otras circunscripciones, Igea siempre negó tales rumores y se presentó como «un hombre de palabra», que defendía el 'copyright' liberal en las políticas del Ejecutivo autonómico recién roto y cargaba contra la «traición» del candidato del PP a la reelección.

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El electorado vallisoletano finalmente concedió el premio de consolación a Igea, que se enfrentó al reto añadido de hacer campaña mientras permanecía en cuarentena por covid. El exvicepresidente recabó casi el 7% de los votos de su provincia frente al 4,5% que promedió Cs a nivel regional. En Soria, por ejemplo, ni siquiera llegó al 1% de las papeletas ante la espectacular irrupción de la candidatura de la España Vaciada. Los naranjas ya dejaron claro que sus votos no servirán para volver a investir a Mañueco, aunque se abrían a apoyar a algún otro candidato del PP. Eso sí, la presencia de Vox en un eventual gabinete les ahuyentaría.