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Maddalen Iriarte - EH Bildu
EH Bildu recogió con gran escepticismo la propuesta del lehendakari para celebrar las elecciones vascas en julio habida cuenta de la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia. En la coalición abertzale se cuestionan si ha llegado el momento de hablar de ello cuando los ... niños ni siquiera han podido pisar aún la calle. «No sé si la ciudadanía está dispuesta y preparada para hablar de esto ni si se dan las condiciones sanitarias», planteó la portavoz, Maddalen Iriarte, quien, en todo caso, se congratuló por que Iñigo Urkullu haya convocado una mesa de partidos para abordarlo.
La demanda de que se habiliten foros comunes para tratar la crisis del coronavirus ha sido una constante de EH Bildu a lo largo de la emergencia sanitaria: «No vemos dónde podemos colaborar si no hay ningún lugar para ello». Iriarte lo escenificó entregando en mano al lehendakari un plan para la desescalada y pidió que se dejen de lado «algunos insultos» que han recibido en su labor como oposición. La mesa de partidos políticos, aunque es un primer paso, no satisface completamente en las filas de la alianza soberanista porque «hay otros agentes que pueden hacer grandes aportaciones», dijo la portavoz en referencia a empresarios y sindicatos.
La parlamentaria abertzale, que no ahorró en críticas a la gestión técnica del Gobierno vasco en la lucha contra la Covid-19, reclamó una estrategia específica que tenga en cuenta las singularidades de Euskadi porque, en su opinión, «cuidaremos mejor a la ciudadanía» tomando las decisiones en las instituciones más cercanas. Así, reclamó a Urkullu que asuma el liderazgo y «demuestre su vocación de autogobierno. Nos tendrá a su lado para defenderlo», se ofreció. En el plano económico, preguntó quién va a pagar la crisis generada por la pandemia y llamó al Ejecutivo autonómico a replantearse sus inversiones de cara al futuro. «¿Deben ser el TAV y la Variante Sur Ferroviaria las prioridades?», se cuestionó.
Idoia Mendia - PSE
Diálogo, diálogo y más diálogo. Es lo que reclamó una y otra vez Idoia Mendia, quien se felicitó de que el lehendakari haya convocado una primera mesa de partidos, tal y como los socialistas venían pidiendo en los últimos días frente al rechazo del PNV. «Apelé al consenso incluso desde la cama del hospital», recordó en referencia a su ingreso en Basurto hace un mes con una neumonía derivada del coronavirus. La secretaria general del PSE detectó un «tono propositivo» entre los grupos de la oposición y su ofrecimiento para colaborar, aunque avisó que no basta meramente con expresar dicha voluntad de diálogo.
Durante sus intervenciones, la dirigente socialista trató de hacer ver que las respectivas gestiones de los gobiernos vasco y central en esta crisis no chocan entre sí. En este sentido, insistió en que «el mando único y el autogobierno no son incompatibles». Eso sí, lanzó una advertencia a Urkullu al reclamar que se evite caer en la «ansiedad» en los anuncios de regreso a la nueva normalidad. Mendia llamó a mantener la colaboración entre ambos ejecutivos porque «necesitamos a España y sus recursos. Hasta el nacionalista más acérrimo sabe que lo que más nos conviene es que a España le vaya bien porque su suerte será la nuestra», dijo.
La líder de los socialistas vascos tan solo quiso dirigirse específicamente a uno de los grupos de la oposición: al PP, que fue el más duro desde la tribuna del hemiciclo. Mendia pidió al portavoz de los populares, Carmelo Barrio, que abandone «la superioridad moral» en sus discursos y que actúe con mayor humildad en vez de hacer una «crítica implacable» a la labor del Gobierno vasco. La secretaria general del PSE fue más allá y se mostró apenada de que haya quien pretende utilizar la pandemia del coronavirus para derrocar gobiernos, «utilizando las emociones de los ciudadanos para obtener réditos», algo que, bajo su punto de vista, representa «el virus de la antipolítica».
Joseba Egibar - PNV
Con los líderes de ambas formaciones fuera de la órbita parlamentaria, el duro enfrentamiento que PNV y EH Bildu mantienen en los últimos tiempos se suele centrar sobre todo en las redes sociales, con mensajes bastante crudos. Por eso el tono crítico pero relajado de Maddalen Iriarte sorprendió ayer al portavoz jeltzale, Joseba Egibar, quien acusó a la coalición soberanista de tener «un doble discurso». En clara alusión a esta formación, también criticó que haya quien pretende utilizar una desgracia como la pandemia del coronavirus para «alimentar la tesis de cuanto peor, mejor».
«No digo que toda la gente de Bildu lo piense, pero todos los que lo piensan están en Bildu o algunos en ELA», dijo Egibar, que censuró la actitud de los que actúan en esta crisis como «marxistas nostálgicos». En opinión del presidente del GBB, la coalición abertzale yerra en los objetivos de la lucha contra la Covid-19 porque, recordó, el elemento a combatir es el propio virus, «no el PNV, el lehendakari o el Gobierno vasco». La desorientación que detecta en las filas soberanistas demuestra, bajo su punto de vista, que les falta «perspectiva y madurez», por lo que, al igual que Idoia Mendia, pidió que se deje de utilizar la emergencia sanitaria para atacar al Ejecutivo autonómico de coalición.
Frente a esos «profetas de la calamidad», Egibar apostó por una crítica constructiva en los espacios de trabajo común. En todo caso, consideró que las numerosas peticiones para crear foros de diálogo han convertido el término 'mesa' en un «fetiche» sin demasiada concreción más allá de eso. «Sin contenidos, una mesa no es más que un mueble», expresó. En la faceta más social, el burukide se refirió a la lucha contra el coronavirus como un «desafío individual, pero también del pueblo». Y ante posibles acusaciones de estar usando la crisis en términos soberanistas, echó balones fuera: «Luego nos llaman nacionalistas a nosotros, pero en España ahora no se está hablando más que de patria».
Jon Hernández - Elkarrekin Podemos
Los partidos que conforman la coalición Elkarrekin Podemos –excepto Equo– experimentan estos días por primera vez la sensación de afrontar una crisis desde puestos de responsabilidad: los asientos del Consejo de Ministros. Por eso el portavoz de su grupo en el Parlamento vasco arrancó ayer su intervención lanzando un guiño al lehendakari al reconocer que gestionar una pandemia inesperada «no es tarea fácil». Fue la única concesión a Urkullu de toda la mañana, porque Jon Hernández le dedicó durante su intervención duras críticas. Principalmente, por reclamar a Moncloa un diálogo que luego el jefe del Ejecutivo autonómico no pone en práctica en Euskadi. «Piden lealtad a Sánchez pero luego ustedes marginan a los partidos y los agentes sociales vascos».
Además de con el propio Urkullu, Hernández aprovechó la oportunidad para tensar la cuerda con la dirección del PNV, a la que acusó de manejarse con «prepotencia» durante las últimas semanas, en las que han arreciado las críticas de los nacionalistas contra el Gobierno central. «No vamos a utilizar políticamente la situación, nosotros no vamos a 'cobrarles' los errores porque queremos arrimar el hombro», dijo. Lo consiguió a medias. Durante su intervención no dejó pasar la oportunidad de reprochar al Ejecutivo vasco la «chapuza de Lanbide», en alusión al colapso de la web del sistema vasco de empleo ante el aluvión de solicitudes después de anunciar un fondo de ayudas para autónomos, y que los jeltzales sigan cuestionando la creación de una renta mínima vital en el territorio.
A Elkarrekin Podemos tampoco le gusta la situación en la que ha quedado el Parlamento, disuelto desde febrero y con una Diputación Permanente muy limitada en sus funciones, y cree que el PNV lo utiliza en su beneficio. «No tienen contrapunto democrático y están aprovechando la situación de forma descarada mientras el resto estamos confinados en casa», lanzó Hernández al lehendakari. «Le he visto más en la tele estas semanas que los últimos cuatro años, le sobran hasta sus socios de Gobierno».
Hernández, miembro de Ezker Anitza, también rechazó el plan de desescalada de Urkullu y la posible convocatoria de elecciones en julio. «Cuidado con 'vender' esas cosas porque la situación sigue siendo grave», alertó. Cosas de las coaliciones, mientras el diputado de Podemos Euskadi Roberto Uriarte también es contrario a los comicios –«no es el momento de dedicar energías a cuestiones partidistas»– , el exparlamentario y candidato de Equo a lehendakari, José Ramón Becerra, aplaudió en Twitter que se ponga fecha a la votación.
Carmelo Barrio - PP
Para el PP vasco lo de ayer supone mucho más que una declaración de intenciones del lehendakari. La formación considera que Urkullu es capaz de fijar la fecha de las elecciones en julio aunque buena parte de los grupos del Parlamento la consideren una decisión apresurada. Lo dijo EH Bildu, Elkarrekin Podemos y también el portavoz popular en el Parlamento. «¿Me puede decir qué información científica tiene para augurar que podríamos votar dentro de tres meses?», cuestionó Carmelo Barrio al líder del Ejecutivo. No hubo respuesta.
Por eso los conservadores creen que la política vasca debe activar ya el 'modo' electoral. «¿No le parece que habría que estar pensando solo en la pandemia y en sus consecuencias?», insistió Barrio. Otra pregunta que quedó en el aire. En esta tesitura, el portavoz parlamentario del PP pasó a tratar a Urkullu como «señor candidato» en vez de como lehendakari. Con este marco, los populares consideran que es imposible que el Gobierno autonómico y el PNV asuman error alguno en la gestión de la pandemia. «No hemos escuchado nada de autocrítica y no creo que la vayamos a escuchar porque están ya en campaña», lamentó Barrio.
La opinión del portavoz popular la comparte el candidato en los próximos comicios. Carlos Iturgaiz aseguró a través de las redes sociales que las elecciones solo deberían convocarse cuando exista «total garantía para la salud de las personas» y una vez que la pandemia solo sea un recuerdo. «Que los comicios no sean una improvisación más», reclamó Iturgaiz.
A falta de que el lehendakari detallara algunos de los fallos que ha cometido su equipo durante las últimas semanas, los recordó ayer el portavoz del grupo popular durante su intervención en el Parlamento. Citó, entre otras, la «fallida» operación de compra de respiradores, dijo que el reparto de mascarillas «no ha funcionado», recriminó la «falta de confianza» en los test que ofrece la Universidad del País Vasco, aludió a las «disfunciones» en la labor de Lanbide y calificó como «increíble» que la consejera Murga haya arrinconado al consejo asesor de enfermedades infecciosas para pasar a ser asesorada por un «comité político».
Barrio reclamó a Urkullu que adapte sus Presupuestos a las nuevas necesidades y que articule una respuesta al agujero socioeconómico que está generando la crisis creando un plan interinstitucional para enfrentar la pandemia al alimón con diputaciones y ayuntamientos. Y pidió respuestas a «muchas incógnitas». El portavoz popular lamentó que a la labor del Ejecutivo le falte «certidumbre» y le sobre «soberbia». Y que dé «demasiados bandazos». «Todo debería funcionar mejor cada día pero en algunas cosas hemos ido hacia atrás».
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