A. GONZÁLEZ EGAÑA
Lunes, 24 de mayo 2021, 15:21
Trabajadores, exempleados y directivos de 'El Diario Vasco', encabezados por el presidente del periódico, José María Bergareche, se volvieron a concentrar este lunes en silencio, como lo hicieron el 24 de mayo de hace 20 años, para mostrar su solidaridad y cariño a la familia ... del director financiero Santi Oleaga y el más absoluto repudio, una vez más, por su cruel asesinato a manos de ETA. «Fue tan injusto. Le echamos mucho de menos», expresó, con honda emoción, su viuda, Amaia Guridi, después de dar las gracias a los asistentes. «Han pasado veinte años, que han sido muy duros sin su apoyo y su compañía», aseguró entre lágrimas, delante de una reproducción de la portada del 'DV' del 25 de mayo con el título «Santi, no te olvidamos» y acompañada también por el director general, Iñigo Barrenechea, y el director del periódico, David Taberna.
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A las puertas de 'El Diario Vasco', el periódico al que Santi Oleaga entregó los mejores años de su vida, Bergareche fue el encargado de pronunciar un emocionado discurso en el que remarcó que veinte años después, cuando «su ausencia sigue viva», hoy es el día en que «seguimos sin tener palabras ante la barbaridad y la injusticia que supuso el atentado contra Santi». Puso en valor que durante todos estos años «hemos sabido reivindicar y reflejar en nuestras páginas la pluralidad y diversidad que ETA quiso, inútilmente, acallar». En la Euskadi de 2021 que levanta la mirada tras la pandemia, el presidente de 'El Diario Vasco' expresó que «la memoria del terrorismo de ETA, el recuerdo de las víctimas y la reivindicación de dignidad y justicia para ellas representan todavía una tarea inacabada». «Una tarea que, en la esfera pública y en el ámbito institucional, es especialmente incompatible con el silencio. Y que requiere de todos nosotros y, especialmente, de quienes nos representan, un compromiso claro», apuntó.
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En el recuerdo de todos permanecen aún grabados los duros momentos vividos el día en que ETA decidió hacer pedazos la vida de Santi Oleaga y de toda su familia, incluida la de 'El Diario Vasco'. Aquella mañana, eran poco más de las 8.30 horas, Santi acudió como acostumbraba desde hacía un mes a la Fundación Matia de Donostia para realizar ejercicios de rehabilitación por una lesión en el hombro causada por su afición a la pala. En la zona de aparcamiento, dos etarras, Luis María Carrasco Aseginolaza e Ibon Etxezarreta Etxaniz, hoy disidentes de ETA, le esperaban para acabar con su vida. Santi se bajó de su vehículo y fue tiroteado por la espalda y alcanzado por siete disparos mortales.
Citó las palabras que escribió el día del atentado el entonces director del periódico, José Gabriel Múgica, y que hoy siguen vigentes: «El vacío que nos deja Santi será el testimonio permanente de nuestro compromiso con la defensa de la vida y la libertad en una sociedad pacífica, tolerante y democrática». Bergareche afirmó que «podemos estar satisfechos, porque ese compromiso al que hacía alusión José Gabriel, humildemente, lo hemos cumplido con creces».
Bergareche recordó el espíritu de profesionalidad en el trabajo que encarnó Santi desde que llegó a la empresa en 1978, como fichaje de aquel momento. «Enseguida se convirtió en maestro y ejemplo de lo que la empresa quería que fueran todos los directivos de 'El Diario Vasco' y del Grupo Correo», rememoró para destacar la «profunda injusticia» que supone que Santi «no haya podido disfrutar de los frutos de ese trabajo en compañía de todos nosotros». «En nuestro fuero interno, es verdad que el recuerdo de Santi -esa ausencia tan viva- nos deja sin palabras. Pero no debemos nunca cejar en utilizar el lenguaje para reiterar lo importante», subrayó.
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El recuerdo de la amarga concentración de los trabajadores de 'El Diario Vasco' que el 24 de mayo de 2001 unieron su dolor y condena por el asesinato de Santi Oleaga latía este lunes entre los asistentes al acto de homenaje organizado por la empresa por expreso deseo de Amaia Guridi, la viuda de su compañero. Durante los preparativos del veinte aniversario, Guridi había transmitido a la dirección del periódico el deseo de la familia de conmemorar el aniversario con una concentración como la que tuvo lugar aquel día, acompañada por quienes compartieron tantas horas de trabajo junto a su marido y quienes hoy forman parte de la plantilla del periódico. Y así ocurrió, bajo una intensa lluvia y con el ánimo expresado por la viuda de Santi de «recordar lo que pasó hace veinte años para que no se olvide».
El sencillo homenaje consistió en un minuto de silencio, la entrega de un ramo de flores y una réplica de la placa que preside el hall del periódico, en tamaño más reducido, donde se puede leer en euskera y castellano «Santiago Oleaga Elejabarrieta. Asesinado por ETA el 24 de mayo de 2001. El Diario Vasco. Santi, no te olvidamos. Beti izango zaitugu gogoan». Amaia no quiso dejar pasar su agradecimiento a todos los trabajadores. «Me emocionaron mucho vuestras muestras de cariño hacia Santi», compartió.
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