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Hablar por hablar

Hablar por hablar

Jueves, 1 de julio 2021, 00:06

El monográfico postindultos del Congreso en el que se refocilaron ayer sus señorías, siete horas de bucle melancólico, daba ganas de tallar en piedra el célebre artículo que Mariano José de Larra publicó en 1834 en La Revista Española y que acababa así: «¡Bienaventurados los ... que no hablan, porque ellos se entienden!». La reflexión de Larra sirve para glosar el intercambio de golpes entre Sánchez y la derecha y el nulo crédito que tanto Casado como Rufián dieron a la promesa monclovita de no convocar «jamás» un referéndum de autodeterminación, pero también para reflexionar sobre las supuestas bondades de esa 'agenda del reencuentro' con el independentismo que llevó a Sánchez a la tribuna. Porque da la impresión de que cuanto más dialogan el presidente del Gobierno y el de la Generalitat, más se encastillan en sus líneas rojas, y nada hace sospechar que vayan a bajarse de ellas ni que la mesa de diálogo -se han dado tres meses para atornillarla, muy sintomático- vaya a cambiar eso.

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