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- ¿Han patinado al escenificar un encontronazo serio entre el Gobierno vasco, de un lado, y la Diputación vizcaína y el PNV, del otro, en el Guggenheim de Urdaibai?
- En ningún caso lo interpreto así. El lehendakari ha sido claro.
- Sí, ... lo ha sido. Ha insistido en dejar en el aire la viabilidad del proyecto mientras la Diputación y el partido insisten en que sí es viable. ¿En qué quedamos?
- A mí, por mi responsabillidad en el área de Infraestructuras, me ha correspondido ir preparando el terreno para viabilizar la tramitación urbanística del proyecto y puedo decir que hemos avanzado. Muy positivamente. Sé qué es un proyecto complejo, con varios ayuntamientos interpelados, con tramitaciones que llevan tiempo, distintas figuras urbanísticas que compatibilizar y mejoras medioambientales a las que está supeditado el convenio de 40 millones firmado con el Ministerio de Transición Ecológica. A todo eso nos referimos cuando hablamos de la viabilidad. Pero tenemos margen suficiente, esos dos años que aprobó el Patronato, para ir dando pasos.
- O sea, está en condiciones de decir que si usted es lehendakari se va a hacer.
- Es un buen proyecto para la comarca. He trabajado en la Diputación para que se pueda llevar a cabo. Soy muy consciente de las dificultades y de la complejidad del proyecto, y hay que hacerlo con todas las garantías necesarias, no sólo administrativas sino también ambientales. Es un buen proyecto para Busturialdea, pero también para la propia proyección del país.
- ¿Hay un problema de agravios territoriales y de resistencias a invertir tanto en uno de los tres territorios desde el Gobierno?
- Los tres territorios tienen inversiones y hay que verlas en su globalidad. Esta misma semana el Gobierno vasco anunciaba una gran inversión en un nuevo equipamiento hospitalario de protonterapia en Donostia...
- Que dará servicio a todo Euskadi...
- Son apuestas de país, como Basquevolt en Miñano. El Gobierno vasco siempre ha mantenido un criterio equilibrado pensando en el conjunto de Euskadi.
- ¿Que la mejora de Osakidetza sea su prioridad número uno supone reconocer que la joya de la corona ya no lo es?
- Tenemos un muy buen sistema de salud, público y universal, pero se ha visto tensionado por el envejecimiento de la población y por la pandemia. El Gobierno vasco ya se ha afanado en recuperar la normalidad y, de hecho, las listas de espera quirúrgicas hace año y medio estaban en 85 días y hoy en 60. Puse el foco ahí porque todos somos 'clientes' potenciales del sistema de salud.
- ¿Por qué no se ha recuperado ya una Atención Primaria más eficaz y más cercana?
- La presencialidad se va recuperando poco a poco, pero quizás algunos colectivos, sobre todo las personas mayores, necesiten tener un acceso más sencillo y más rápido al ambulatorio, porque los elementos telemáticos no son sencillos. También quienes tenemos hijos pequeños. Pero estamos en el buen camino.
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