El dardo lanzado hace una semana por Adriana Lastra tenía, entre otros destinatarios, a Felipe González. «Yo siempre escucho atentamente a nuestros mayores, pero ahora nos toca a nosotros», espetó la portavoz del PSOE en el Congreso y vicesecretaria general del partido. Ayer, buena parte ... de esos «mayores» se reunieron en la presentación del nuevo libro sobre Alfredo Pérez Rubalcaba. Nadie quiso interpretar qué hubiera dicho el exlíder socialista sobre todo lo que está pasando ahora, pero González habló alto y claro. Primero, advirtió de que a él «nadie» le va a «mandar callar». Segundo, confesó su «orfandad» en este PSOE. Y tercero, subrayó que nunca hubiera pactado con ERC y Bildu porque «quieren desguazar España». «No son interlocutores válidos», zanjó.
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González realizó estas declaraciones el día en el que se conoció que Pedro Sánchez quedaba finalmente en manos del independentismo después de que Ciudadanos se desmarcase de la negociación presupuestaria porque el presidente del Gobierno, lamentó Inés Arrimadas, «ha preferido a Otegi y Junqueras». La geometría 'amable' que buscaba Moncloa integrando a los liberales no ha fructificado, lo que deja aún más en evidencia la incomodidad que esta situación genera en el PSOE.
Carmen Calvo | Vicepresidenta primera
González tenía ganas a Lastra y no lo ocultó. «Me parece una argumentación pobre decir 'apártate que me toca a mí'. Para la vida, como entiendo yo el socialismo democrático, es imprescindible que haya libertad para opinar. Si alguien me manda callar diciendo que es socialista, yo sé que no es socialista», dijo.
Respecto a la situación política y el pacto con ERC y Bildu, también se mostró contundente. «Yo no aceptaría su capacidad de interlocución porque va en dirección contraria de lo que pienso que es un proyecto de país democrático descentralizado y europeísta», señaló en una entrevista en Onda Cero.
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Y aquí, agregó, hay un elemento fundamental en la ecuación: Pablo Iglesias. A su juicio, el vicepresidente segundo tiene «una estrategia de convertir España en un Estado plurinacional con derecho de autodeterminación», por lo que pidió que el PSOE llegue a pactos con el PP y Ciudadanos «si es que queremos tener algún recorrido».
José Luis Ábalos | Secr. de Organización del PSOE
No fue el único momento del día en el que habló González. Durante la presentación del libro y en presencia de una nutrida representación de los «mayores» socialistas -Javier Solana, Joaquín Almunia, Jaime Lissavetzky o Javier Lambán-, reflexionó sobre la presencia de la izquierda abertzale en el juego político. «Tenemos una Constitución no militante, que no excluye a nadie que se presenta aunque sus ideas sean francamente inconstitucionales (...) Dicho esto, si me preguntan '¿usted está dispuesto a pactar con quien pretende llevar el Estado nación a su desaparición?', digo no, yo no. Pero eso no deslegitima su representación».
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A la presentación del libro, escrito por Antonio Caño, también asistió el secretario de Organización del partido y ministro de Transportes, José Luis Ábalos, que tras asegurar que en el PSOE «nadie hace callar a nadie», pidió que se use la libertad de expresión respetando al resto de dirigentes.
Quien también habló fue la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, que justificó su forma de actuar porque «la España que toca gobernar ahora es muy diferente a la de hace veinte años», y la política, más «compleja». «Es radicalmente distinta», enfatizó. Respecto a Felipe González señaló que «faltaría más que no pudiera dar su opinión».
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