Bingen Zupiria. jesús andrade

Los gobiernos central y vasco piden que se reconozca «la injusticia del daño causado»

Los dos ejecutivos valoran de forma positiva el «gesto» del EPPK, pero advierten de que llega «tarde»

david guadilla

Martes, 30 de noviembre 2021, 23:59

Un «gesto más» y una «buena noticia» que va en la dirección correcta, pero que llega «tarde» y que debería ir acompañada en el corto ... plazo por otra serie de anuncios. El principal, que los presos de ETA y el conjunto de la izquierda abertzale reconozcan «todo el daño causado» y el «carácter injusto» de la violencia cometida por la banda terrorista. Los gobiernos central y vasco respondieron con reflexiones parecidas al anuncio del EPPK de que a partir de ahora prefiere que los 'ongi etorris' se hagan de forma «discreta» y «privada».

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La decisión del colectivo de presos llega después de que tanto las principales asociaciones de víctimas como el resto de partidos lleven años exigiendo tanto al conjunto de EH Bildu como a Sortu que rechazasen los recibimientos a los presos de ETA. El anuncio del EPPK, cuyos principales portavoces son en estos momentos Ainhoa Mujika Goñi y Juan Antonio Olarra Guridi, ambos en la cárcel de Logroño, cumple en parte esas expectativas. Pero tanto desde el Gobierno de Iñigo Urkullu como desde el de Pedro Sánchez se incide también en el camino que falta por recorrer.

A la hora de ver la botella medio llena, Bingen Zupiria valoró de forma positiva que el EPPK haya reconocido que los 'ongi etorris' han supuesto «un acto de falta de empatía hacia el dolor causado por ellos mismos».

«Podrían haberlo hecho mucho antes y muchas víctimas se hubieran ahorrado el sufrimiento», afirma Marlaska

«Lo menos digno»

«Consideramos que el que los propios causantes físicos de la violencia sean quienes den ese paso tiene el valor de la normalización que queremos reconocer», afirmó el portavoz del Ejecutivo vasco. Pero también añadió: «Es un paso más en el camino para la construcción de la convivencia normalizada en la sociedad, que aún necesita de más gestos y del reconocimiento de todo el daño causado y del carácter injusto de la violencia de ETA».

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Una reflexión en línea con la manifestada desde el Gobierno central. La portavoz de La Moncloa, Isabel Rodríguez, optó por la prudencia y adoptó un perfil bajo. Se limitó a señalar que el Ejecutivo «siempre» ha rechazado los 'ongi etorri' y mostrado su apoyo a las víctimas. Más claro fue Fernando Grande-Marlaska. El ministro del Interior calificó como «buena noticia» el paso dado por el EPPK, pero no ocultó que se tenía que haber dado mucho antes. «Como siempre en su caso llega tarde, porque podrían haberlo hecho mucho antes y muchas víctimas se hubieran ahorrado un sufrimiento multiplicado muchas veces en base a esos recibimientos», añadió Marlaska, quien definió los 'ongi etorris' como «lo menos digno de una sociedad que pueda calificarse como democrática».

El delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso, pidió por su parte a la izquierda abertzale que pase de las palabras a los hechos y ponga fin a los recibimientos a los presos de ETA. Además, recalcó que el anuncio del EPPK es «un éxito» de los colectivos de víctimas, a quienes se les debe «memoria, justicia, reparación y un homenaje permanente».

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