El Gobierno vasco dice que las imágenes de presos de ETA en la Korrika son «una afrenta a la convivencia»

La aparición de diferentes fotografías de miembros de ETA ha generado un profundo malestar en los colectivos de víctimas y en la mayoría de los partidos al considerar que la izquierda abertzale estaba patrimonializando una fiesta transversal de apoyo al euskera. El PP ha ido un paso más allá, y ha reclamado a la Fiscalía que investigue si puede haber existido un delito de enaltecimiento del terrorismo. En una línea muy similar se han expresado durante los últimos días el delegado del Gobierno, Denis Itxaso, y diferentes asociaciones como Covite y la Fundación Fernando Buesa. Este último colectivo señaló hace unos días que «así es imposible avanzar en la deslegitimación ética, social y política de la violencia que ETA ejerció sobre sus víctimas y sobre el conjunto de la sociedad».

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El malestar alcanzó su punto álgido tras ver a 'Ternera' portando el testigo en Baiona. «Es el colmo de la indignación», afirmó Consuelo Ordóñez. Antes de eso también lo había hecho, por ejemplo, Arantza Zulueta, la abogada de los presos de ETA y condenada solo unos días antes a siete años de cárcel por formar parte del frente jurídico de la banda.

El propio Zupiria ya mostró su malestar el pasado sábado, y ayer lo trasladó de forma oficial en la rueda de prensa posterior al habitual Consejo de Gobierno. El portavoz del Ejecutivo ha afirmado, primero, que la Korrika «en términos de apoyo al euskera ha sido importante» y ha recordado que ha sido el primer acto público multitudinario tras la pandemia. «Pero algunos han querido aprovechar la marcha para realizar reivindicaciones particulares. Creo que no es lugar para eso», ha afirmado Zupiria, que en un mensaje muy duro se ha dirigido de forma implícita a la izquierda abertzale.

«En una sociedad en la que durante muchos años ha habido gente que ha legitimado la violencia, creo que usar determinadas imágenes es ensalzar la actividad terrorista, aunque hoy no haya esa actividad. Eso es una afrenta a la convivencia democrática y también para las personas que han sido víctimas de esa violencia terrorista. Eso no debería haber tenido lugar en la Korrika», ha afirmado Zupiria.