El Gobierno vasco critica a Sortu por no ir al homenaje a Blanco y no aprovecharlo para «reflexionar»

El secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez, confirmó que su formación se descolgará de un acto en el que ve un agravio comparativo con otras víctimas. Recordó que, a la par de la efeméride del crimen de Blanco, también estos días se cumplen 46 años del asesinato a tiros de Agurtzane Arregui por la Triple A y 44 del de Joseba Barandiaran, en su caso a disparos de la Policía Armada. «Por desgracia hay víctimas de primera y de segunda. Hay algunas que tienen garantizado el reconocimiento institucional, pero hay cientos o miles que siguen sin él», afirmó en una entrevista en Euskadi Irratia.

En esa misma intervención, Rodríguez desestimó que el acto vaya a servir para rendir tributo al exconcejal popular y, ante la participación del Rey Felipe, lo situó como «un acto que homenajea a la Monarquía y a las Fuerzas Armadas españolas». Una tesis que este martes fue refutada y duramente criticada por la portavoz parlamentaria de Elkarrekin Podemos-IU. «¿Rendir pleitesía al Rey? No, nosotras vamos a recordar a Miguel Ángel Blanco, joven concejal asesinado cruelmente por ETA. Las personas valen más que sus ideas políticas. Espero que todo el mundo en Euskadi haya aprendido esta lección», afirmó Miren Gorrotxategi.

Tampoco en el Gobierno vasco han sentado bien los argumentos de Sortu para borrarse del acto. El portavoz, Bingen Zupiria, consideró que la ocasión es «un buen momento para ponernos en el lugar de todas las víctimas y reflexionar sobre lo que aquellos años de horror y terrorismo supusieron». El también consejero de Cultura recordó a la izquierda abertzale que «miles de hombres y mujeres que salieron a la calle en julio del 97» aún esperan «una explicación».

El Ejecutivo autonómico estará presente en el homenaje del domingo a través del lehendakari, Iñigo Urkullu, y los dos vicelehendakaris, Josu Erkoreka e Idoia Mendia. Según el portavoz, los representantes de Lakua pretenden trasladar el recuerdo de «aquellos momentos trágicos» de la historia de Euskadi, que 25 años después «quiere restañar las heridas que tiene y lo quiere hacer basándose en el recuerdo, en el dolor de las víctimas y en la verdad de lo que sucedió».