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El Gobierno de Pedro Sánchez garantizó ayer al Ejecutivo vasco su determinación de «trabajar» para que el TAV cumpla los plazos y llegue a Bilbao en 2023. El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, y la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa ... Tapia, se reunieron durante hora y media en Madrid con el fin de repasar los compromisos en materia ferroviaria, así como otras propuestas sobre carreteras y aeropuertos, y verificar que se mantienen inalterables tras el cambio de gabinete y la salida del anterior titular de la cartera, el popular Íñigo de la Serna. No es que hubiera grandes incertidumbres, pero sí existía interés desde Lakua en subrayar la necesidad de no levantar el pie del acelerador y confirmar que la transición política en Madrid no afecta en modo alguno a la gran obra de infraestructura vasca, ya de por sí muy ajustada en cuanto a calendario.
Tras esos noventa minutos de encuentro, la delegación encabezada por Arantxa Tapia regresó a Euskadi «satisfecha y contenta»: el primer contacto con su nuevo interlocutor socialista deparó «buenas sensaciones», el aval de que la 'Y' continuará al ritmo previsto y unas cuantas fechas marcadas en rojo, indicativas de que este mismo verano se pondrán en marcha como mínimo tres trámites administrativos y técnicos fundamentales en la nueva movilidad ferroviaria de Euskadi. En definitiva, tanto el ministerio como la consejería coincidieron en que se ha dado un «nuevo impulso» a un proyecto configurado como un dominó: si una sóla fase se demora, el resto pueden verse comprometidas y arruinar la previsión de que la alta velocidad -clave «en la competitividad de la industria y el desarrollo socioeconómico de Euskadi», según Arantxa Tapia- sea una realidad en 2023.
El primer trámite acordado de manera urgente consiste en reunir a los equipos técnicos de los dos gobiernos para dotar de la «máxima prioridad» al plan de soterramiento del TAV en Vitoria, que incluye la nueva estación de Dato. La consejera presentó al ministro el proyecto actualizado de este corredor de 3,6 kilómetros de longitud que discurrirá bajo el subsuelo de la capital alavesa. Y ambos resolvieron trabajar para que el estudio informativo «pueda formularse» en otoño y quedar aprobado en 2019. Al mismo tiempo, el Ejecutivo autónomo también logró del central su compromiso para tramitar el estudio informativo y la declaración de impacto ambiental de los accesos del TAV a Bilbao, así como la construcción de la estación subterránea de Abando, «de forma inmediata».
Aunque estas tres palabras no parezcan concretar demasiado, sí dicen mucho. Al menos, para sosiego de la consejería de Transportes: la solución técnica sobre Abando quedó cerrada y aprobada ya en marzo, pero la formulación de su estudio informativo todavía continúa pendiente, un trámite que debería solventarse antes de otoño para cumplir el calendario con cierta calma.
La reunión en la sede de Fomento alumbró un tercer acuerdo relevante para el mapa ferroviario, pero ajeno a la alta velocidad. Tuvo como protagonista a la Variante Sur, la vieja aspiración de sacar las mercancías del Puerto de Bilbao hacia la meseta a través del túnel del Serantes. Presupuestado en 372 millones solo hasta Olabeaga y con un horizonte de construcción fijado en 2022 -las obras empezarán en dos años-, el «cierre de la redacción del estudio informativo debería ser este mismo mes de julio», según señaló el Ejecutivo autónomo en un comunicado. Fomento confirmó que el informe incorporará la alternativa de atravesar el entorno natural de El Regato, en el municipio vizcaíno de Barakaldo, mediante un trazado soterrado.
«Ha sido muy cordial». Con estas palabras, fuentes del departamento de Infraestructuras valoraron la primera entrevista mantenida por Abalos y Tapia, una reunión entre los máximos representantes de las infraestructuras en el Estado y en Euskadi prevista para el 12 de junio pero que se ha visto demorada como consecuencia del cambio de Gobierno central. De las manifestaciones de ambas delegaciones cabe deducir que ayer se habló poco de datos concretos, aunque sí sirvió para impulsar las comisiones de seguimiento que deberán adoptar las decisiones técnicas en los próximos meses.
«El encuentro ha sido positivo y confío en que el talante receptivo del ministro se refleje en la materialización de las propuestas presentadas por el Gobierno vasco para que en 2023 la 'Y' vasca pueda entrar en servicio, completando así el eslabón clave del corredor atlántico», declaró la consejera poco antes de emprender el viaje de regreso a Euskadi. Tapia destacó la sintonía de los dos gabinetes al considerar que la nueva red ferroviaria y sus accesos a las capitales vascas requieren «de una apuesta decidida, que se debe reflejar tanto en compromisos políticos como en presupuestarios, ya que nos situamos en un emplazamiento geográfico preferente, siendo la conexión y acceso principal del norte con Europa».
Por su parte, el Ministerio de Fomento enfatizó que la reunión «ha sido muy constructiva» y aseguró que el Ejecutivo de Pedro Sánchez «está abierto al diálogo». Anunció que en los próximos días convocará ya una comisión de seguimiento técnica de la 'Y' y que en septiembre se reunirá también el órgano de coordinación de las obras.
2019 es el año fijado por los dos gabinetes para que todos los estudios informativos sobre accesos y estaciones estén formulados.
Gobierno vasco «Confío en que el talante receptivo del ministro se refleje en la materialización de nuestras propuestas»
Ministerio de Fomento «Ha sido una reuniónmuy constructiva. Estamos abiertos al diálogo»
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