Pradales se propone aprobar 17 leyes tras la intensa producción de la última legislatura

El plan consta de 17 leyes, menos de la mitad de las 36 proyectadas hace cuatro años, que acabaron casi duplicándose por el rápido ritmo que el anterior Ejecutivo imprimió al final de su mandato, cuando se llegó a dar luz verde a seis leyes en un solo pleno del Parlamento. Por poner las cifras en perspectiva, basta recordar que en el cuatrienio 2016-2020, el Gobierno PNV-PSE, entonces en minoría, sólo logró aprobar ocho leyes.

Los números, subrayó este martes la portavoz del Gobierno vasco, Maria Ubarretxena, no son «altos ni bajos», sino que pretenden responder «a las necesidades de la sociedad y los retos que en este momento tenemos sobre la mesa como país». Esas 17 leyes, que no incluyen, por el momento, el proyecto anunciado por la consejera socialista María Jesús San José para castigar la exhibición de símbolos de apoyo a ETA, se fijan como objetivo orientativo pero pueden ampliarse o modificarse a lo largo de la legislatura.

Dos de las normas 'estrella' del programa legislativo corresponden, precisamente, al departamento que encabeza Ubarretxena como consejera, el de Gobernanza, Administración Digital y Autogobierno, ambas previstas para su aprobación en Consejo de Gobierno en 2025. Una de ellas es uno de los deberes pendientes que dejó el equipo de Urkullu, aprobar una ley de Transparencia. Euskadi es, de hecho, la única comunidad autónoma de España que no ha regulado esta materia. En este nueva tentativa, con el borrador ya muy avanzado, se busca facilitar el acceso a la información pública, favorecer la participación y la rendición de cuentas y proteger a las personas que informen de infracciones para luchar contra la corrupción.

La otra ley a la que el Gobierno concede máxima relevancia –junto a la que regulará la actividad comercial para adaptarla a la llegada del comercio 'online' y a los cambios urbanos–, también busca fomentar la cercanía de la Administración con los ciudadanos y paliar las barreras burocráticas que, según las encuestas internas de los partidos, lastran su intención de voto. Esa ley, bautizada como de Agilización y Simplificación Administrativa, se propone eliminar trámites, duplicidades y «cuellos de botella» en el trato de los ciudadanos con la Administración y reducir «plazos, esfuerzos y costes».

El calendario incluye además la Ley de Igualdad de Trato y Lucha contra la Discriminación –dirigida a evitar menoscabo por razones raciales, religiosas, de salud o de identidad de género, entre otras–, la Ley de la Comunidad Vasca en el Exterior, para adaptarse a los cambios que ha experimentado la diáspora en los últimos años, y nuevas leyes de Universidades, de Cultura y contra el dopaje. El plan busca además legislar sobre el sistema ferroviario, una vez asumida la competencia de Cercanías, e institucionalizar por ley el diálogo social.

La portavoz dio a conocer los objetivos legislativos al mismo tiempo que celebraba la «ilusión» y «ambición» del Gobierno al cumplirse la simbólica barrera de los cien días desde la jura de Imanol Pradales, en los que no apreció tropiezos ni dificultades, sólo ganas de seguir trabajando «con la máxima autoexigencia» y «sin miedo arriesgar».

Para Lakua, lo más destacable de estos tres meses largos es haber logrado «sentar las bases» de «grandes acuerdos de país» como el que busca devolver el prestigio a Osakidetza –la segunda reunión de la mesa se celebrará el próximo día 9– y a la vez trabajar en «el día a día», como demuestra, por ejemplo, haber dado luz verde al plan para que Euskadi cuente con 7.000 nuevas viviendas públicas en alquiler. Ubarretxena declaró como objetivos «hacer crecer» a Euskadi en bienestar, autogobierno y como «actor global con voz propia». Precisamente, Pradales aspira a revalidar la presidencia de Euskadi en la Comisión delArco Atlántico, en el marco de la Asamblea General de la Conferencia de Regiones Periféricas Marítimas que se celebra desde hoy en la isla de Gozo (Malta).