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El Gobierno de Pedro Sánchez realizó ayer un gesto hacia el PNV al apoyar en el Congreso la toma en consideración de una proposición de ley para aumentar el control judicial sobre el CNI. La decisión no supone que el texto de los jeltzales sea ... aprobado, solo que el debate prosigue. Y eso ya de por sí es un avance porque hace dos años el Ejecutivo tumbó una iniciativa idéntica del PNV al considerar que era contraria al interés general y que lo deseable sería que este tipo de reformas se impulsasen desde el Gobierno con sus correspondientes informes jurídicos. Ahora, y en una situación en la que la legislatura se mantiene viva sobre un fino alambre y en la que la Moncloa necesita hasta el último voto de sus aliados, los socialistas cambian de opinión y evitan desairar al PNV.
La propuesta de los jeltzales pide modificar la actual normativa que data de 2002 para que, entre otras cuestiones, el CNI dependa directamente de Moncloa y no del Ministerio de Defensa para que la «responsabilidad política» última sea del presidente. También busca un mayor control por parte de los miembros de la comisión de secretos oficiales y que las actividades del CNI tengan que ser autorizadas por tres magistrados del Tribunal Supremo, y no solo por uno, como ocurre hasta la fecha. Todo «para aumentar el control y la transparencia», resaltó el diputado jeltzale Mikel Legarda.
Que la iniciativa iba a contar con el respaldo de los grupos de la mayoría de la investidura se daba por hecho. Y así lo dejaron claro sus portavoces en sus respectivas intervenciones. Tanto EH Bildu, Junts, ERC, BNG y Podemos mostraron su apoyo a la proposición jeltzale sin ahorrar críticas hacia el CNI. Sumar también dio el visto bueno a la propuesta y, tal y como se esperaba, PP y Vox mostraron su rechazo. Quedaba por saber la postura del PSOE, teniendo en cuenta, además, que la reforma del CNI no estaba incluida en el plan de regeneración democrática presentada por Sánchez hace diez días.
La encargada de explicar el sentido del voto del PSOE fue la diputada Isaura Leal. La representante socialista defendió con énfasis la labor del CNI y recalcó que el centro está amparado por una «legislación garantista» y «homologable a otros de nuestro entorno». «España cuenta con unos servicios de inteligencia de primer orden», subrayó.
Pero, a partir de ahí, Isaura reconoció que «el ritmo acelerado» de los acontecimientos «va dejando atrás los marcos regulatorios». Y como la normativa actual «fue aprobada hace más de 20 años», la representante del PSOE defendió que puede ser «aceptable examinar» la propuesta del PNV, siempre defendiendo «la eficacia» del CNI y el respeto al marco constitucional.
Desde el PP, Rafael Hernando aseguró que la decisión del PSOE es solo una treta, que no saldrá nunca adelante y que quedará «congelada». El representante popular calificó al PNV como «el mejor aliado y escudo de un gobierno socialcomunista», aseguró que llevan «seis años blanqueando» al PSOE, un partido al que, dijo, auparon al poder mediante una moción de censura basada en una «sentencia falsa».
La primera moción presentada por el PNV llegó después de que saliese a la luz la polémica por el espionaje tanto a líderes independentistas como a miembros del Gobierno con el programa 'Pegasus', lo que costó el puesto a la hasta entonces directora del CNI Paz Esteban.
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