El Gobierno desdeña la bajada de impuestos de Feijóo y aleja su apoyo al plan anticrisis

Moncloa desdeñó la oferta a través de dos de las ministras más cercanas a Sánchez -la de Hacienda, María Jesús Montero, y la portavoz, Isabel Rodríguez- y del secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, otrora peso pesado del grupo socialista en el Congreso. «¿Qué eliges? ¿Un pequeño alivio en el IRPF o la seguridad de una educación de calidad y una sanidad avanzada?», planteó Rafael Simancas. Voces autorizadas que coincidieron en advertir a Feijóo de que su propuesta va a caer en saco roto porque el Gobierno cree que sostener el actual modelo de bienestar no casa con reducir la presión fiscal.

Al contrario, Montero aludió en un acto en Sevilla a las directrices del Fondo Monetario Internacional para abrir la puerta a que las rentas altas hagan en este contexto de crisis «un esfuerzo superior», una posición en la que ahondó Rodríguez en TVE para asegurar que el PP va «a contracorriente» con una respuesta a la crisis socioeconómica que tildó como «respuesta del pasado».

Curiosamente, el reproche del PP fue el mismo: que es el Gobierno el que avanza en dirección contraria al del resto de países europeos. Las ruedas de prensa posteriores a las reuniones del Gobierno de Galicia amenazan con convertirse en el trampolín de Feijóo para hacer oposición. Ayer la aprovechó para acusar a Sánchez de tener un «antimodelo» económico que fue puesto como ejemplo por los presidenciables franceses de «lo que no hay que hacer».

En línea con lo anunciado el miércoles, Feijóo insistió en que ha habido un desfase de 7.500 millones de euros que Hacienda no habría recaudado de no desbocarse la inflación. «Se está obligando a pagar más por lo mismo y pagar más impuestos por lo mismo», lamentó el aún presidente de la Xunta. Su receta para corregir la política del Gobierno pasa por una bajada generalizada de impuestos y del IRPF en particular, con la deflactación de los tres primeros tramos, para devolver cerca de 10.000 millones a los ciudadanos. Busca beneficiar especialmente a las rentas inferiores a 40.000 euros y a las familias vulnerables con ayudas directas de 300 euros.

En esa misma línea de Feijóo, Alfonso Fernández Mañueco anunció ayer que la primera decisión del nuevo Gobierno de Castilla y León será activar un plan anticrisis de 470 millones que incluye una rebaja del IRPF en el tramo autonómico. El tipo que aplica a las rentas más bajas pasará del 9,5% actual al 9%.