El Gobierno deberá salvar los Presupuestos en plena campaña electoral catalana

Ayer, el presidente del Parlament, Roger Torrent, activó la maquinaria burocrática para que las elecciones autonómicas se celebren el 14 de febrero, el día de los enamorados. Cataluña y sus metáforas. Esquerra, y más a raíz de la 'balcanización' en tres partidos del espacio de la extinta CiU (JxCat, PDeCAT y el PNC), parte como gran favorita para ganar los comicios, pero la campaña electoral coincidirá de lleno con los momentos decisivos para la aprobación de los Presupuestos del Gobierno debido a los retrasos acumulados por los tiras y aflojas entre el PSOE y Unidas Podemos.

La presión de Carles Puigdemont sobre los de Junqueras será máxima y aquí es donde radican los miedos de Moncloa. Quizá ahora se entienda mejor por qué el PNV viene asegurando estos días que el Ejecutivo parece tener ahora excesivas prisas a la hora de negociar las Cuentas.

Torrent compareció ayer para constatar, tras una ronda con todos los grupos parlamentarios, que el sustituto del inhabilitado Quim Torra saldrá de las urnas, no de un acuerdo político que evite la enésima convocatoria electoral. La mayoría absoluta de la que gozan JxCat, ERC y la CUP hacía inviable cualquier maniobra de Ciudadanos, el PSC o el PP. Vuelta a empezar.

Todos los partidos apuestan por dar por acabada la duodécima legislatura. Transcurridos los diez días hábiles que contempla la ley, el próximo día 21, Torrent realizará el acto formal de comunicar al pleno que no hay candidato, lo que equivale a una investidura fallida. Se trata de un trámite necesario para que empiecen a contar los dos meses que estipula la ley para que el legislativo quede disuelto de forma automática.

Superados esos dos meses, el Govern deberá publicar el decreto y convocar las elecciones 54 días después, es decir, el 14 de febrero. La fórmula de la comunicación al pleno es inédita hasta la fecha, pues nunca hasta ahora la Cámara catalana se había encontrado en la situación de tener un president inhabilitado y no disponer de candidato alguno a la investidura. La Cámara se disolverá el 22 de diciembre (un día antes celebrará la última sesión de la legislatura) y la campaña arrancará el 29 de enero, con los Presupuestos de Sánchez, a priori, a punto de ser aprobados en el Congreso ya que la estimación del Gobierno apunta al 31 de enero.