El Gobierno acelera el traspaso de Cercanías a Euskadi en plena negociación presupuestaria

Pues bien, esos siete días empezaron a contar ya, porque es este próximo viernes cuando expira el plazo para que los grupos registren las alegaciones al conjunto del proyecto y pidan su devolución. Un paso que, en todo caso, no es irreversible porque siempre se está a tiempo de retirar la enmienda antes de que se celebre el debate de totalidad, en el que, de prosperar alguna, el Congreso devolvería los Presupuestos al Gobierno. Pero, aunque así sea, Moncloa es consciente de que, si PNV y ERC consumaran el aviso, su imagen y su credibilidad quedarían tocadas en un momento clave en el que el Gobierno y el PSOE tratan de escenificar la buena acogida de su estrategia para aliviar los efectos de la inflación disparada.

¿Hay posibilidades, por lo tanto, de que los jeltzales pasen del amago a los hechos? Pocas, pero existen, sobre todo si los republicanos catalanes registran su propia enmienda y los jeltzales se quedan solos, con Bildu, en el respaldo al Gobierno sin nada a cambio que exhibir. Así que el Ejecutivo de Sánchez y el PNV buscan un gesto a contrarreloj para descartar esa posibilidad. Y el fruto de esas negociaciones de última hora no puede ser otra, según apuntan distintas fuentes conocedoras de las conversaciones, que el traspaso de las Cercanías ferroviarias, un servicio cuya gestión asumiría el Gobierno vasco aunque Renfe seguiría operándolo, como mínimo, hasta 2028, dado que tiene contrato en vigor.

El acuerdo, como ya adelantó EL CORREO el pasado 24 de septiembre, está muy avanzado y es inminente, a falta solo de solventar algunos últimos flecos que, en este tipo de negociaciones, pueden alargarse más de lo previsto. Por eso mismo, el Ministerio de Política Territorial ha dado la orden de acelerar los contactos para que «muy, muy pronto» pueda haber noticias. El intercambio de documentos ha adquirido velocidad en las últimas horas. «Puede ser cuestión de días», apuntan medios cercanos a la negociación. «La sangre no llegará al río», corroboran en el PSOE.

Con ese panorama, el PNV, como acostumbra, guarda oficialmente un silencio sepulcral. No aclara, siquiera, si ha empezado a redactar la enmienda con la que amagó, un recurso habitual para presionar al Gobierno de turno. Eso sí, los jeltzales no han ocultado, e incluso lo han puesto sobre la mesa en público, que esperan ver satisfechas sus exigencias de acelerar el calendario de traspasos para arrancar, como tal, la negociación presupuestaria. Una conversación en la que tampoco hay espacio para demasiadas concesiones en forma de partidas. Una vez lanzada la finta, ambas partes dan por seguro que puede esperarse un gesto esta semana y todo apunta a que pueda cerrarse ya una fecha concreta para la convocatoria de la Comisión Mixta en la que las Cercanías pasen a manos vascas.