GKS va al despacho de la edil de Cultura de Vitoria para «exigir» una txosna

Cerca de una veintena de jóvenes acudió sin previo aviso al lugar de trabajo de la edil socialista para «buscar una salida acordada» e insistió en que tanto la izquierda abertzale como el Ayuntamiento de la capital alavesa les ha impuesto un «veto político inaceptable» durante las fiestas de La Blanca. En concreto, a la colocación de una txosna con sus siglas. Este grupo (junto con el Sindicato de Vivienda) emitió una solicitud «extraordinaria» al Consistorio para que les diera permiso para colocar una carpa fuera del recinto habitual, situado junto al campus universitario. Tras no recibir respuesta apenas diez días después de presentar el escrito, los jóvenes disidentes decidieron acudir directamente al despacho de la concejala.

Tras el intento de los representantes de Gazte Koordinadora Sozialista de «hablar» con la integrante del gobierno local, formado por el PNV y el PSE, la Policía Local procedió a la identificación de los jóvenes. «Al principio, la concejala nos ha dicho que estaba dispuesta a reunirse con nosotros, pero una hora después, ha enviado a la Policía para identificarnos y echarnos de aquí», aseguraron en un vídeo grabado cuando todavía estaban frente a la puerta del palacio vitoriano.

A pesar de que la semana pasada parecieron renunciar a colocar una txosna sin permiso por las multas que se contemplan por el uso indebido del espacio público, los jóvenes disidentes que se autodefinen como «comunistas» anunciaron un programa de fiestas propio durante los días de La Blanca.

En este sentido, y al igual que en otros municipios vascos, han convocado una manifestación para el próximo día 7 en la Virgen Blanca, además de algunos conciertos en la plaza de la Burullería del Casco Medieval y un concurso de bertsos a la entrada de la calle Cuchillería.

Se trata de un movimiento similar al que han realizado en otras fiestas, donde también han afirmado ser víctimas de un «veto político» y han escenificado su enfrentamiento con la izquierda abertzale, especialmente con Sortu. Así sucedió en los festejos del barrio donostiarra de Egia y en el Ayuntamiento de Hernani, que llegaron a okupar como símbolo de fuerza al tratarse de un feudo histórico de la izquierda abertzale tradicional.