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david guadilla
Jueves, 31 de octubre 2019, 01:10
Carlos Garaikoetxea considera que la «diversidad ideológica» de EH Bildu y la propia independencia de Eusko Alkartasuna corren peligro por el proceso de «integración» puesto en marcha hace ya dos años dentro de la coalición soberanista. Una estrategia que diluye el papel de los partidos ... que la forman para impulsar una estructura propia. En declaraciones a EL CORREO, el exlehendakari y fundador de EA sostiene que ahí radica el origen de «todo el lío» en el que está metido su partido, en alusión al convulso proceso de primarias y al nombramiento de Eba Blanco como secretaria general.
El papel de Garaikoetxea en la crisis abierta en EA ha sido muy cuestionado por el sector oficial después de que avalase la candidatura alternativa de Maiorga Ramírez. El punto culminante de los reproches fueron las palabras del portavoz de la ejecutiva, Iker Ruiz de Egino, a principios de septiembre, cuando aseguró que Garaikoetxea estaba «desconectado» de la vida interna del partido. «He estado en mi papel. No he querido meterme, pero todo el mundo que me conoce sabe que participo en las asambleas en Pamplona», aclara.
La fractura entre el sector oficial y el que fuera presidente del partido viene de lejos, desde el congreso de 2017, cuando Garaikoetxea apoyó a Ramírez frente a Pello Urizar. El exlehendakari se posiciona desde entonces junto a los que opinan que el proceso de refundación de EH Bildu pone en peligro la propia existencia de EA. El esquema con el que funciona en estos momentos la entente soberanista ya no es el de una coalición al uso. Ahora EH Bildu tiene su propia mesa política y su dirección, capitaneada por Arnaldo Otegi. Y, según los críticos, eso provoca que la izquierda abertzale controle aún más EH Bildu. Una teoría que comparte Garaikoetxea.
«Si se hace una coalición es para que cada partido tenga su papel. Y para EH Bildu, no solo para EA, lo mejor es que se mantenga la diversidad ideológica de las formaciones que la integran», afirma el exlehendakari en declaraciones a este periódico.
Crítica
Desde que estalló la crisis interna, Garaikoetxea no se ha manifestado sobre la expulsión de Ramírez del proceso de primarias ni sobre la victoria de Eba Blanco ni sobre los diferentes recursos internos que se han cruzado ambos sectores. «Y no lo voy a hacer», insiste, pero «cómo no voy a opinar» sobre el «fondo de todo este lío». Es decir, el papel de EA dentro de EH Bildu. Y matiza: «No tengo nada en contra de Blanco, que me merece todos mis respetos». Pero no comparte su proyecto de cómo debe integrarse EA en la coalición soberanista.
«Una cosa es que nos presentemos a unas elecciones con un programa compartido y otra que dejemos de ser partidos autónomos. No tenemos la misma ideología no ya que Alternatiba, sino que Sortu», añade Garaikoetxea, quien pone en valor la visión política de EA «desde el pacifismo» y «la socialdemocracia». Y ese proceso de integración, a su juicio, termina por ofrecer una «imagen reduccionista» de EH Bildu. Pone un ejemplo. «Ahora incluso tenemos una persona que ejerce de portavoz general de EH Bildu, con unos rasgos muy diferentes a los que defendemos desde EA», apunta Garaikoetxea, en alusión a Arnaldo Otegi.
El lehendakari no aclara cuál será su postura en caso de que el conflicto se enquiste. La próxima semana los dos sectores en conflicto se verán las caras en los juzgados de Vitoria.
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