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La Fiscalía del Tribunal Supremo no aprecia un delito de coacciones en el 'caso De Miguel', pese a la petición trasladada por sus compañeros en Álava, con la que se pretendía elevar las penas contra los principales procesados en el mayor caso de corrupción ... de la historia de Euskadi. Letrados y fuentes del Supremo explican que una de las previsibles consecuencias directas de esta decisión será que la absolución de la mujer de Aitor Tellería, 'mano derecha' del antiguo 'número dos' del PNV en Álava, Alfredo de Miguel, no sufrirá alteraciones.
Por lo tanto, la única revisión de condenas que puede haber en este nuevo trámite, que podría llegar a dilatarse años, es el mantenimiento de las fijadas por la Audiencia Provincial de Álava, una rebaja o incluso la absolución por los recursos de casación que han ido presentando desde principios del presente año los abogados de los condenados. En el escrito presentado por el abogado de De Miguel, por ejemplo, se duda sobre la investigación de la Ertzaintza y la integridad de la cadena de custodia.
Los responsables del Ministerio Público en el Tribunal Supremo no han accedido a la petición de sus colegas de recurrir la absolución en el delito de coacciones. Y es que el tribunal que juzgó a los 26 imputados -entre los que había destacados cargos del PNV- estimó en su sentencia que no se ejerció «una especial presión» sobre la denunciante, la abogada urbanista Ainhoa Alberdi, como para incurrir en dicha infracción.
La terna de magistrados presidida por Jaime Tapia sí que apreció que De Miguel y sus socios Koldo Ochandiano y Tellería incurrieron en los delitos de cohecho, malversación y tráfico de influencias, pero no consideraron que existiesen coacciones. En la sentencia se fija que no puede «deducirse una especial presión o compulsión». Una apreciación que contrasta con el propio testimonio de Ainhoa Alberdi que evidenció cómo la 'trama De Miguel' le exigía 'mordidas' para mantenerla al frente de un contrato en el parque tecnológico de Miñano e incluso habló de planes de «venganza» por parte de los inculpados para que no volviera a trabajar para la administración pública vasca «si no pasaba por el aro».
Los jueces impusieron a De Miguel trece años de cárcel; Ochandiano, siete y Tellería, seis. También fueron condenados a penas de reclusión el antiguo director de Juventud del Gobierno vasco, Xabier Sánchez Robles; el exconcejal de Leioa Iñaki San Juan; el empresario cultural Josu Montes, y el constructor Jon Iñaki Echaburu. Algunos de sus abogados confirman que desean que se revisen unas condenas por considerarlas «desproporcionadas» y que no se habrían imaginado «ni en el peor de los sueños».
Las esposas de 'Txitxo' (como todo el mundo conoce al antiguo 'número dos' del PNV alavés) y Ochandiano, Ainhoa Bilbao e Iratxe Gaztelu, fueron condenadas a año y medio de cárcel. La pareja de Tellería, Araceli Bajo, quedó absuelta por considerarse que no participó de forma activa en la constitución de las diferentes sociedades de la trama. Con este paso atrás de la Fiscalía del Supremo, por lo tanto, se descarta que la pena pueda revisarse al alza y «previsiblemente» quedará libre de pena.
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