Feijóo exige a Sánchez que renuncie a su reforma penal y restituya el delito de referendum para renovar el Poder Judicial

Con ese escenario favorable, el líder de los populares llega a la cita dispuesto a tender de nuevo la mano al jefe del Ejecutivo para retomar las negociación del Poder Judicial y acabar de una vez con la crisis institucional. Una salida pactada pero plagada de exigencias que hace imposible el acuerdo entre el PP y el PSOE en lo queda de legislatura salvo que Sánchez renuncie a abolir el delito de sedición y a rebajar las penas por malversación, y que acepte restaurar como delito la convocatoria de referéndum ilegal.

Eso, y ahondar en la despolitización de la justicia lo que se consigue, según Feijóo, volviendo a la legislación anterior a 1985, de forma que los jueces elijan a los jueces. «De no ser así», señaló el dirigente gallego, habrá que convocar elecciones. «Hay una salida que permitirá que el sosiego se refleje en la política nacional, y es –remarcó– que las grandes decisiones de Estado sean tomadas con sentido de Estado».

En una comparecencia en Génova, con preguntas para diferenciarse de Sánchez, el jefe de la oposición reclamó al presidente «frenar esta decadencia» y que las grandes decisiones de Estado «sean acordadas por las fuerzas representativas que agrupan a la mayoría del pueblo español» y no «con los que quieren irse del país». Se abrió así a modificar el Código Penal, pero incidió en que los dos grandes partidos deben «pactar» en qué términos «puede asimilarse nuestra legislación al del resto de Europa», recordando la justificación con la que el Gobierno enmascaró la nueva cesión al independentismo catalán.

Los populares están crecidos tras el varapalo del Constitucional a la «cacicada» parlamentaria del Gobierno. «Hemos demostrado que se puede ganar con inteligencia política y no con visceralidad», señalan en el equipo de Feijóo donde preocupa también el «ruido» para su estrategia de moderación de cara a las próximas elecciones generales. De ahí que en su discurso, el líder gallego reclamase al Ejecutivo que «rebaje la escalada verbal» contra el PP y contra los jueces, después de que desde la Moncloa se cuestionase, incluso, la legitimidad del Constitucional. «Basta ya de hablar de golpes de Estado, de cuestionar los procedimientos y los principios que hacen de la nuestra una democracia liberal de las mejores del mundo. Esto es una legislatura estrambótica –se lamentaba– que desacredita la tradición democrática de nuestro país».

En Génova insisten en que la democracia ha salido «más fortalecida» y no descartan que el Gobierno vuelva a buscar un «atajo ilegal» para agasajar a los soberanistas. Por eso no les extraña que Moncloa haya activado el plan b tras el revés del Constitucional y el PSOE y Podemos vayan a registrar en los próximos días una proposición de ley para modificar la mayoría para elegir a los miembros de la corte de garantías. Y que lo vayan a hacer por el procedimiento de urgencia para que pueda estar en vigor antes de acabar enero. «Retorcer el calendario nos da mucha munición política», aseguran en el PP. «Si consiguen habilitar enero en el Congreso –es un mes inhábil como julio y agosto– será una victoria parlamentaria más», avisan.

En las filas conservadoras se jactan además de que el fallo del Constitucional ha servido para «desactivar» a Vox, que intenta promover, sin éxito, una moción de censura contra Sánchez. «Está en fuera de juego», apunta un veterano dirigente. «Están perdidos», insisten en Génova.