Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
J. Arias | O. Barriuso
Lunes, 16 de septiembre 2024, 23:17
Gobernar desde la oposición. Ese es el objetivo que se ha marcado Alberto Núñez Feijóo en este arranque de curso parlamentario marcado por las dificultades de Pedro Sánchez para mantener mínimamente cohesionada la mayoría que le aupó a La Moncloa y aprobar los Presupuestos, que ... tienen todas las papeletas para prorrogarse de nuevo. En ese contexto, una vez consumida la primera etapa de la legislatura, con el foco puesto en la batalla por la ley de amnistía y las protestas contra el cupo catalán pactado con ERC, el presidente del PP pretende abrir ahora otro capítulo en este inicio de curso político e impulsar una nueva estrategia con la que centrar la atención en temas transversales que vayan más allá de la cuestión catalana.
Esa nueva agenda, en la que prevalecerán las medidas de cariz social y económico, persigue el difícil objetivo de atraerse al PNV y a Junts, que podrían sintonizar con medidas e iniciativas más allá de lo «identitario», y lograr así infligir nuevas derrotas parlamentarias al bloque gubernamental, que ya quedó en minoría al prosperar, con el respaldo jeltzale, la iniciativa del PP para que el Congreso instase al Gobierno a reconocer a Edmundo González como legítimo presidente de Venezuela.
La ley de conciliación que ayer presentó Feijóo en Alicante es un claro ejemplo de esta nueva estrategia, que se extendería a otros asuntos en los que PNV y Junts pueden alejarse del bloque de izquierdas, como la vivienda o la ley del suelo. El expresidente gallego aprovechó ayer su visita a una escuela infantil -junto al presidente valenciano, Carlos Mazón- para anunciar que los populares tienen previsto registrar en los próximos días en el Congreso su propia ley de conciliación, que incluirá como medida estrella la gratuidad de la educación infantil de cero a tres años financiada a partes iguales entre Gobierno central y comunidades -la propuesta contemplará que las regiones financien el 50% y el Ejecutivo el otro 50%-.
«Tengo la firme convicción de que un país donde la escolarización temprana no depende de la renta es un país que no renuncia al ascensor social, de que la maternidad no puede ser una discapacidad para las oportunidades laborales, y de que un país cuyas políticas públicas penalizan a quien quiere tener hijos es un país que no va a prosperar», defendió el presidente del PP. Para que esa ley de conciliación salga adelante -los populares ya deslizaron en junio que la presentarían tras el verano-, los de Feijóo volverán a necesitar el voto a favor de nacionalistas vascos o catalanes, además del de Vox. Algo que -repiten en Génova- no resultará nada sencillo.
El líder del PP lamentó que el Gobierno haya «renunciado a legislar» porque «no tiene mayoría en el Congreso» y manifestó su intención de «suplir» esa inacción, con medidas como la ley de conciliación, que no sólo pretende «ayudar a todas las familias», sino dar un paso más hacia «la España formada y con conocimiento en la que creemos la mayoría».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.