Feijóo bromea en el Congreso de los Diputados con el portavoz del PNV, Aitor Esteban, y con el diputado Mikel Legarda. EP

Feijóo aparca la pugna con el PNV y apoya el decreto de Sánchez: «No podemos aislarnos»

El presidente andaluz, Juanma Moreno, defiende mantener una «relación fluida» con los jeltzales y con Junts

Jueves, 30 de enero 2025, 00:15

Hace tiempo que las relaciones del PP con el PNV son una especie de 'ni contigo, ni sin ti', que en las últimas semanas había virado drásticamente a la primera parte de la frase. La polémica operación, acordada entre Sabin Etxea y el Gobierno de ... Pedro Sánchez, para traspasar a los jeltzales la titularidad del edificio parisino que albergó al Gobierno vasco en el exilio y que después fue incautado por la Gestapo y entregado a Franco por los nazis había dinamitado definitivamente los puentes entre ambas formaciones.

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O eso parecía. El clima era de guerra total hace tan solo unos días. Pero la dirección del viento ha empezado a cambiar y, con ella, las señales de humo que apuntaban a un choque irreconciliable entre Génova y Sabin Etxea. Alberto Núñez Feijóo, que la semana pasada no sólo arremetió contra «los regalos y privilegios a los nacionalistas» sino que cerró la puerta al diálogo con un PNV «sometido al sanchismo», decidió ayer, con más celeridad de lo esperado para zanjar el debate interno en el PP, apoyar el nuevo decreto social de Sánchez. Un texto finalmente troceado para obtener el imprescindible apoyo de Junts.

En esa nueva norma se mantienen sólo algunas de las medidas del decreto ómnibus que decayó la semana pasada por el rechazo de los de Carles Puigdemont. Entre ellas, las que habían sembrado la inquietud en buena parte de la ciudadanía y han impulsado ahora al PP a votar a favor para no perder pie en una legislatura que se promete larga, sobre todo si Moncloa hace nuevas cesiones a Junts: la revalorización de las pensiones, las bonificaciones al transporte y las ayudas a los damnificados por la dana en Valencia.

Pero también permanece en el decreto -y por lo tanto también obtendrá el aval de los populares- la controvertida disposición que sellaba la devolución al PNV del edificio del número 11 de la Avenida Marceau de París, que alberga actualmente la sede del Instituto Cervantes. El propio Sánchez defendió este martes la restitución del inmueble a su «legítimo propietario».

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Los populares, que habían hecho 'casus belli' de la operación hasta el punto de que estudiaban demandar a la formación jeltzale por presunta financiación irregular, finalmente han pasado por el aro del palacete, una denominación que disgusta al PNV por «torticera» pero que ayer rescató en redes sociales para afear al PP sus «bandazos». La cuenta oficial jeltzale retuiteó los argumentos con que los populares justificaron su apoyo al decreto - «sí a subir las pensiones, sí a ayudar a Valencia, sí a descuentos en el transporte. No a la mentira, no al chantaje, no a este Gobierno»- para ironizar con que «se os olvidaba esto: sí al PalacE.T.», adjunto a un vídeo del extraterrestre acordándose de «mi casa».

Partido «aprovechategui»

De hecho, el PP eludió en todo momento el espinoso asunto del edificio, pese a que su portavoz parlamentario, Miguel Tellado, había acusado a los jeltzales de ser un partido «aprovechategui» por «hacer caja» con una propiedad del Estado. Puertas adentro, los populares reconocían que dejar de apoyar un decreto con medidas tan sensibles por el palacete no sería más que una «pataleta» estéril, entre otras cosas porque el PNV ya había registrado a su nombre el edificio en el tiempo en que el decreto ley estuvo en vigor. El líder de los populares vascos, Javier de Andrés, muy beligerante con el «regalo», dio una vuelta de tuerca más al argumento y consideró que si el presidente del Gobierno ha mantenido esa disposición en el decreto, pese a que el edificio ya estaba en manos del PNV, es para intentar «engañar» al PP y forzarle a rechazarlo. «No vamos a morder el anzuelo de Sánchez», se explicaba el dirigente popular en un vídeo en su cuenta de X, en el que se reservaba, en todo caso, futuras acciones «en los tribunales». De momento, solo Vox ha dado el paso de querellarse.

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La decisión del PP de aparcar el choque con el PNV tiene, con todo, más lecturas políticas además del vértigo a quedar retratado como el partido que se opuso a la subida de las pensiones. Vuelve a poner de manifiesto las distintas posiciones que conviven en el partido sobre la conveniencia de mantener canales de comunicación abiertos con los nacionalistas, un pragmatismo del que Feijóo siempre ha hecho gala aunque sea por razones puramente aritméticas. Ayer mismo, el presidente andaluz, Juanma Moreno, defendía en el 'Foro Abc', la conveniencia de mantener una «relación fluida» con PNV y Junts y con el resto de fuerzas nacionalistas, salvo Bildu. «El PP no debe aislarse ni entrar al juego de Sánchez para echarnos del tablero», avisó el barón popular.

En paralelo, el PNV tampoco quema sus naves ni alienta la guerra, sobre todo en un momento en el que, tras el desmarque de Bildu, el PP es el único socio factible para sacar adelante la reforma fiscal en Álava y Gipuzkoa y se abre ya a negociar, como ha adelantado EL CORREO. Fuentes del EBB recuerdan que «nosotros no hemos roto ningún puente, sólo hemos respondido a los ataques», y creen que su respuesta «en tono de humor» se ha dirigido siempre contra Tellado, un dirigente a quien consideran «tóxico». Para los jeltzales, el desenlace del episodio es una «derrota» de los populares, pero recalcan: «Hemos medido la respuesta y siempre estamos dispuestos a hablar».

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