La familia de Zabalza: «Queremos que se sepa la verdad, que no era de ETA»

En un emotivo discurso, ante la casa familiar en Orbaizeta, el caserío Lorentxo, también recordaron a los que sufrieron con su hermano aquellos días en que también fueron detenidos, «en especial Jon Arretxe e Idoia Aierbe, a la que su experiencia personal y la muerte de Mikel dejaron marcada de por vida». Sin poder contener la emoción, evocaron a sus aitas, «que ojalá hubiesen tenido la oportunidad de vivir este reconocimiento por lo que lleva implícito de verdad y de justicia, ya que se hubiera aliviado la amargura con la que se fueron».

La Comisión de Valoración, que desmonta la versión oficial y acredita que Zabalza sufrió «graves torturas» antes de su muerte, recomienda al Gobierno y al Parlamento vasco que «se dirijan a las instituciones del Estado para que actúen en idéntico sentido, habida cuenta de la responsabilidad de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del mismo en los hechos analizados».

Durante su intervención, Artolazabal manifestó que «la verdad manipulada no es verdad, la verdad interesadamente reconstruida no es verdad, la verdad que repugna a la razón no es verdad». «En nombre de la verdad, proclamamos a los cuatro vientos, como cita literalmente el dictamen, que han quedado suficientemente acreditados tanto los hechos ocurridos entre el 26 de noviembre y el 15 de diciembre de 1985, como la implicación en los mismos de los agentes del Estado-Guardia Civil», citó Artolazabal.

Los Zabalza Garate remarcaron, aun así, que el caso sigue sin esclarecerse. «Los dos intentos planteados en los tribunales no superaron la fase de instrucción y fueron archivados», citaron. De hecho, la familia quiere que se conozca «la verdad». «Que no era de ETA ni violento», según lamenta en el dictamen de la comisión una de las hermanas de Mikel.

La familia transmitió su deseo de que se produzca un reconocimiento sincero de lo que sucedió, «y poner en entredicho la versión oficial». El texto que sirve de base para el reconocimiento realizado por el Gobierno vasco señala que considera «muy improbable, por no decir simplemente increíble», con los datos disponibles, que el detenido huyera cuando guardias civiles le llevaron a localizar un zulo en Endarlatza, junto al río Bidasoa.

Los ocho hermanos de Zabalza también mantienen su esperanza de que hechos como este «no vuelvan a suceder», y confían en que se pueda «conseguir un compromiso preventivo contra las torturas». «No podemos pasar página, si no hay verdad», aseguraba Lourdes Zabalza, que formalizó la solicitud para que su hermano fuera reconocido como víctima de abusos policiales. El dictamen de la comisión de valoración, además de reconocer la vulneración derechos humanos de Mikel Zabalza, también destaca «la gravedad del trato inhumano y degradante recibido por sus familiares», que solo pretendían saber de lo ocurrido con él.