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Viernes, 11 de diciembre 2020, 20:24
La dirección de ETA suspendió en 2005 de militancia al que fuera jefe de la organización terrorista Francisco Mujika Garmendia, 'Pakito', y a otros cinco reclusos que suscribieron un documento en el que se proponía el abandono de las armas. Los seis fueron ... expulsados, además, del colectivo que agrupaba a los presos de la banda. La cúpula etarra comunicó en ese momento su decisión a destacados miembros de la organización terrorista que se encontraban encarcelados en prisiones de Francia y España.
Además de 'Pakito', que fue uno de los máximos dirigentes de ETA detenidos en la operación de Bidart en 1992, la dirección de la banda sancionó con la suspensión de militancia al que fuera representante del grupo terrorista en las conversaciones de Argel Ignacio Arakama Mendia, 'Makario', a Iñaki Bilbao Beaskoetxea, que fue también miembro de la cúpula etarra, a Carlos Almorza Arrieta, responsable de la extorsión hasta su arresto en 1993, a Kepa Solana Arrondo y a Koldo Aparicio Benito, integrantes de dos comandos.
Los seis se encontraban cumpliendo condena en la prisión de Puerto II, en Cádiz, donde elaboraron, en agosto de 2004, un documento en el que afirmaban que «nunca en la historia de la organización» se había encontrado «tan mal». Mujika Garmendia y sus compañeros aseguraban en su escrito que «esta lucha armada que desarrollamos no sirve. Esto es morir a fuego lento (...). No se puede desarrollar una lucha armada cuando se es tan vulnerable a la represión». «El día a día nos está enseñando que no tenemos la capacidad y los medios (po mil razones técnicas y no técnicas) de desplegar y desarrollar una lucha armada eficiente, constante y con capacidad de disuasión -afirmaba-. Somos muy débiles en ese sentido. Pero nuestro capital y potencial político está ahí, explotémoslo en todas sus virtualidades: la lucha institucional y la lucha de masas».
Los seis presos sostenían, entre otras cosas, que «la estrategia político militar (de ETA) había sido superada por la represión del enemigo» y consideraban obligado «replantear la estrategia vanguar- dista defendida hasta ahora».
El escrito de Mujika Garmendia, Arakama Mendia y sus compañeros, aunque se elaboró en agosto, no fue conocido públicamente hasta el mes de noviembre. La divulgación del texto sentó muy mal a la dirección de ETA, que culpó de la filtración a Aralar y, en concreto, a su máximo responsable, Patxi Zabaleta, que fue duramente criticado por la organización terrorista y declarado persona 'non grata' por el colectivo de presos.
El documento de los internos de Puerto II provocó un debate interno entre los seis reclusos y la dirección de ETA mediante un intercambioepistolar en el que se manifestó un desacuerdo total que concluyó con la decisión de la cúpula etarra de suspender de militancia a los seis reclusos disidentes, que, además, fueron expulsados del colectivo de presos, según revelan documentos internos de la organización presos, según revelan documentos internos de la organización terrorista
Francisco Mujika Garmendia se conviertía así en el segundo miembro de la cúpula de ETA de Bidart que era expulsado de las filas de la banda terrorista en la que desempeñó las máximas responsabilidades de dirección hasta el momento de su captura. Antes que 'Pakito', en septiembre de 1998, fue expulsado de ETA José Luis Alvarez Santacristina, 'Txelis', como consecuencia de un proceso de Santacristina, 'Txelis', como consecuencia de un proceso de desacuerdos con la cúpula de la banda que le habían llevado a pedir también el abandono de las armas y a apostar por la no violencia.
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